Ventajas de los calentadores de depósito

Los calentadores de depósito son los más conocidos, ya que además de estar presentes en el mercado desde hace muchos años, son los más comunes y sencillos para un usuario.

En recientes años, algunas personas han llegado a pensar que este tipo de calentadores están en desuso o descontinuados, lo cual para nada es cierto; ya que, gracias a sus mejoras tecnológicas, siguen siendo una opción eficiente y segura de calentamiento de agua, siempre y cuando se seleccione una opción acertada y, además, se le otorgue un mantenimiento adecuado.

Con el calentador de agua de depósito disfrutará duchas siempre con una temperatura estable, independientemente del clima frío que pueda existir en la zona donde se instale.

No requieren de una presión hídrica específica o un flujo mínimo de agua. Son ideales para tinas y jacuzzis, además de proveer un excelente flujo de agua caliente para varios servicios de forma simultánea, resistiendo muy bien el agua dura, aquella que contiene un alto nivel de minerales, en particular sales de magnesio y calcio. Pueden estar instalados a una distancia considerable sin perder gran temperatura. Además de todo, la duración y el costo de mantenimiento resultan muy convenientes.

Se les conoce como calentadores de depósito ya que tienen un tanque donde se deposita el agua que se va a calentar hasta alcanzar la temperatura seleccionada en su termostato. La capacidad de su depósito es muy variable, va desde 20 hasta 200 litros. Generalmente utilizan gas natural o gas L.P. como combustible, pero también existen calentadores de depósito que operan con energía eléctrica.

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