Seguridad y Mantenimiento en Instalaciones de Gas

Publicado en: Notas | 19 mayo, 2025

Antes de encender una instalación de gas, verifica que todo cumpla con normas de seguridad y calidad: una revisión a tiempo puede prevenir grandes riesgos.

Antes de que una instalación comience a funcionar, es fundamental comprobar que cumpla con los requisitos técnicos y de seguridad establecidos. Durante una conversión de gas LP a gas natural, se debe verificar que los componentes, como reguladores, válvulas y quemadores, sean compatibles con el nuevo tipo de gas, ya que cada combustible tiene diferentes propiedades de densidad y presión.

En cuanto al mantenimiento periódico, los tiempos varían según el tipo de instalación: cada 5 años para instalaciones domésticas, 2 años para comerciales y 1 año para industriales. Estas verificaciones deben incluir pruebas de hermeticidad (como la prueba de burbujeo con solución jabonosa o el uso de manómetros para detectar fugas), inspección visual de conexiones y válvulas, y medición de presión para asegurar un suministro constante y seguro.

USO DE MATERIALES CERTIFICADOS

Un plomero responsable debe asegurarse de que todos los materiales, componentes y equipos utilizados, desde tuberías hasta válvulas y conexiones, cuenten con certificaciones que avalen su calidad y desempeño. En caso de no existir una norma aplicable, es indispensable seguir estrictamente las especificaciones del fabricante. Esto no solo asegura la confianza del cliente y la eficiencia de la instalación, sino que también previene riesgos, como fugas o fallas, y evita posibles sanciones legales.

La norma establece que es crucial garantizar que todos los componentes, materiales y diseños sean compatibles con las características del gas natural.

Esto se debe a que el gas LP opera a presiones más altas, generalmente alrededor de 2.8 kPa en instalaciones residenciales, mientras que el gas natural trabaja a presiones significativamente más bajas, típicamente de 1.5 kPa en sistemas domésticos y comerciales.

Este cambio de presión implica realizar ajustes específicos, como la instalación de reguladores adecuados, la verificación de válvulas compatibles y, en algunos casos, modificaciones en los diámetros de las tuberías para asegurar un flujo correcto del gas natural. Además, las pruebas posteriores a la reconversión deben garantizar que el sistema cumpla con los parámetros de seguridad y rendimiento establecidos por la norma.

Es importante que estas labores sean realizadas únicamente por personal calificado para evitar riesgos.

REPARACIONES Y AMPLIACIONES

Las reparaciones, ampliaciones o instalación de equipos adicionales deben cumplir con los numerales correspondientes de la norma aplicable. Para cortes o soldaduras en tubería de acero, es obligatorio usar equipo mecánico, aterrizar la tubería, evitar mezclas explosivas y desconectar sistemas de protección catódica si aplican. En tuberías de polietileno, se debe prevenir la acumulación de electricidad estática. Antes de cortar o soldar, es necesario cerrar válvulas, purgar la línea y ventilar el área. En líneas vivas, se permite trabajar únicamente con personal calificado, equipo adecuado y procedimientos específicos.

La norma se centra en garantizar instalaciones seguras y funcionales, pero no olvides algo crucial: la prevención siempre será mejor que solucionar problemas después. Realiza inspecciones periódicas en tus trabajos, aunque no sean obligatorias en ese momento, para detectar posibles fallos antes de que sean un problema mayor. Además, un mantenimiento bien planeado refuerza la confianza de los usuarios y te ahorra sorpresas desagradables (y caras) en el futuro.

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