Seguridad del Soldador: Riesgos y Normativas

Publicado en: Notas | 20 mayo, 2025

La soldadura implica riesgos graves como quemaduras, lesiones oculares, inhalación de humos tóxicos, descargas eléctricas e incendios si no se siguen medidas de seguridad.

La soldadura es una actividad indispensable en múltiples industrias, pero también representa uno de los trabajos más peligrosos cuando no se aplican normas de seguridad rigurosas. Desde quemaduras térmicas hasta la exposición a humos tóxicos, los riesgos son numerosos y potencialmente letalesLa soldadura es una de las ocupaciones más riesgosas si no se siguen estrictas medidas de seguridad.

De acuerdo con la Occupational Safety and Health Administration (OSHA), los principales riesgos son:

QUEMADURAS TÉRMICAS 

Las quemaduras térmicas representan uno de los peligros más inmediatos y severos para el soldador. El arco eléctrico genera temperaturas que oscilan entre 5,000 y 6,000 °C, capaces de fundir acero al carbono y otros metales ferrosos y no ferrosos en cuestión de segundos. Un contacto directo, incluso momentáneo, con el baño de fusión o una escoria incandescente puede provocar quemaduras de segundo o tercer grado, que comprometen la integridad de la piel y los tejidos subyacentes. Además, las salpicaduras metálicas (spatter) que emanan del punto de soldadura pueden impactar en la cara, el cuello, las manos o el tórax si no se usa el equipo de protección personal adecuado.

Este riesgo se agrava en condiciones de humedad, posiciones forzadas o al manipular piezas aún calientes, que pueden retener más de 200 °C durante varios minutos.

El uso de equipo de protección personal certificado y una capacitación constante son claves para evitar lesiones.

LESIONES OCULARES 

La soldadura por arco eléctrico produce radiación electromagnética de alta intensidad, en particular en los espectros ultravioleta (UV) e infrarrojo (IR), que representan una amenaza directa para la salud ocular. La exposición sin la protección adecuada puede provocar una afección conocida como fotoqueratitis, también llamada “ojo de soldador”.

Esta condición es el resultado de una quemadura en la córnea, similar a una quemadura solar pero sobre la superficie del ojo, y se manifiesta con síntomas como dolor agudo, sensación de arenilla, lagrimeo excesivo, visión borrosa y, en casos crónicos o repetitivos, daño corneal irreversible.

El riesgo ocular en la soldadura afecta tanto al operador como a quienes estén cerca sin protección visual adecuada. La radiación infrarroja puede dañar el cristalino y aumentar el riesgo de cataratas, por lo que es esencial usar caretas con filtros DIN apropiados y proteger también al personal cercano.

INHALACIÓN DE HUMOS METÁLICOS 

Durante el proceso de soldadura por arco eléctrico, se generan humos metálicos compuestos por nanopartículas y óxidos de metales como manganeso, cromo hexavalente (Cr VI), plomo y zinc, altamente tóxicos. Estas partículas pueden penetrar profundamente en los pulmones y alcanzar el torrente sanguíneo, lo que se ha asociado con enfermedades pulmonares crónicas, daño neurológico progresivo, afecciones renales y distintos tipos de cáncer, especialmente en exposiciones prolongadas o sin ventilación adecuada. El uso de mascarillas con filtro P100, sistemas de extracción localizada y cabinas de soldadura con renovación de aire son medidas fundamentales para reducir este riesgo.

RIESGO ELÉCTRICO

Aunque los electrodos de soldadura por arco eléctrico operan generalmente entre 20 y 100 voltios, la corriente utilizada puede superar los 200 amperios, lo que representa un riesgo significativo de descarga eléctrica. El peligro se incrementa en ambientes húmedos, con equipos mal aislados o sin conexión a tierra adecuada, donde incluso un voltaje bajo puede ser suficiente para provocar fibrilación ventricular o paro cardíaco. Además, los cables deteriorados, las pinzas portaelectrodos defectuosas o el contacto accidental con componentes energizados durante la preparación o mantenimiento de los equipos también son fuentes comunes de accidentes.

Es indispensable verificar la integridad del sistema eléctrico, usar guantes secos y dieléctricos, botas con suela aislante.

INCENDIOS Y EXPLOSIONES 

La soldadura por arco genera chispas, gotas de metal fundido y escoria incandescente que pueden proyectarse a más de 10 metros de distancia desde el punto de trabajo. Si en el entorno hay materiales combustibles como aserrín, trapos impregnados con solventes, pinturas, gases comprimidos o vapores inflamables, el riesgo de incendio o explosión se eleva de forma crítica. Incluso una chispa aparentemente inofensiva puede encender acumulaciones invisibles de gases en espacios cerrados o mal ventilados. Por esta razón, es fundamental limpiar el área de trabajo, utilizar pantallas ignífugas, tener extintores certificados a la mano y nunca soldar cerca de depósitos de combustible, líneas de gas o materiales altamente volátiles sin una evaluación previa de riesgos.

¡Te invitamos a disfrutar los artículos en la revista Todo Ferretería!