Propiedades de la lija

El brillo impecable de un piso deroble, la suavidad de un muro revestido con madera, o el acabado espectacular de una mesa barnizada, son evidencia de un trabajo bien hecho; gracias, entre otras cosas, a la paciente y metódica aplicación del papel de lija.

Las lijas tienen diferentes clasificaciones para adaptarse a diversas tareas. En ese sentido, tenemos que atender a las propiedades que componen las lijas, para después hablar de algunas maneras de aplicarlas.

Las lijas tienen diferentes clasificaciones para adaptarse a diversas tareas.

Propiedades de la lija

Tipo de grano: Los tipos de grano se clasifican de acuerdo con su composición. Los de carburo silicio tienen la propiedad de ser muy puntiagudos y de ofrecer siempre nuevas aristas, por lo que ofrecen un mejor acabado que ningún otro de los minerales. Son utilizados para lijar metales no ferrosos, como el cobre, el aluminio, así como vidrio, plástico, piedra y cerámica. Por otro lado, los de óxido de aluminio, que se encuentran de forma natural, como el corindón, presentan alta resistencia al desgaste y su uso es muy versátil; con él podemos lijar desde un sustrato de madera hasta aceros suaves. Por último, tenemos la alúmina de circonio y alúmina cerámica para sustratos muy duros como el acero inoxidable o el titanio.

Con él podemos lijar desde un sustrato de madera hasta aceros suaves.

Tamaño del mineral: Más allá de la composición, el mineral se clasifica por el tamaño. Gracias a un proceso de cribado, se obtienen distintos valores de graduación, que también tienen aplicaciones específicas. El tamaño del mineral corresponde a la cantidad de divisiones por pulgada lineal que tiene el tamiz con el que se ha cribado. Así, mientras mayor sea el número, más fina será la lija en cuestión. Más adelante detallaremos este punto.

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