Proceso de fabricación de clavos
La fabricación de clavos pasa por una serie de procesos que transforman el acero u otros materiales como el aluminio, latón, hierro o cobre, entre otros; dependiendo de las características y la utilidad que se le concederá a las piezas.
El proceso de fabricación de un clavo inicia cuando el acero es estirado en un horno a una temperatura mayor a los 1000 grados centígrados. Esto para darle una forma cilíndrica y alargada, que al enfriarse se forma el alambre de acero, el cual se trefila hasta alcanzar el diámetro requerido.
El trefilado se realiza a través de una máquina denominada trefiladora, la cual ayuda a estirar el alambre en frío con el propósito de reducir el diámetro del alambrón un poco más. Luego, este mismo producto es llevado a través de las hileras, dados, mandriles, o trefila de carburo de tungsteno, hasta concluir con el proceso. Con esta disminución en el alambrón se obtiene un beneficio en sus características mecánicas.
El alambrón trefilado se debe insertar en una máquina que lo sujeta desde una mordaza, y con un golpe de émbolo o martillo se va formando la cabeza del clavo. En este mismo proceso, se da un estirón al material, dependiendo de la longitud final que se tiene contemplada, luego se cierran en el otro extremo dos juegos de cuchillas que darán forma a la punta del clavo, repitiendo este proceso cientos o miles de veces por minuto. Después de concluir con este paso, el clavo es pasado por tómbolas que ayudan a limpiar el clavo y retirar los restos de acero que puedan adherirse al mismo.
Las características que posee un clavo son distintas, debido a los diferentes material de fabricación como sus presentaciones en el mercado.
Dependiendo del material, las características de un clavo suelen ser distintas como sus presentaciones en el mercado. Su variedad se debe a las pequeñas modificaciones que poseen estos productos que servirán para tareas diferentes y con materiales de fabricación distintos, tales como los clavos reforzados.
A pesar de ser fabricado con acero al carbono, un clavo reforzado galvanizado cuenta con un recubrimiento de zinc que obtiene tras pasar por un proceso electrolítico, que a diferencia de un clavo estándar tiene mayor resistencia a la corrosión, firmeza y estabilidad.
Otro producto fabricado de este alambre son las grapas para cercos en forma de U, una pieza utilizada para fijar alambres o mallas en cercos perimetrales que tienen un diseño corrugado para mayor agarre en materiales como la madera, o cercos que utilizan alambre o malla de acero para una estructura.