Pintura industrial, corrosión bajo control
La pintura industrial tiene como objetivo principal proteger maquinaria, infraestructura y mobiliario de agresiones físicas y químicas, así como de condiciones y climas severos, a los que pueden estar expuestos.
Aunque a veces no le prestemos la atención que merece, la pintura industrial está en todas partes. Su uso lo podemos encontrar en hospitales, hoteles, escuelas, centros comerciales, restaurantes; en postes, puentes, estructuras metálicas, en el suelo, vías carreteras, símbolos y señalización vial; sin embargo su uso no se limita a esos espacios, también se utiliza en tuberías, cilindros, tanques; tanques de agua tratada de materiales abrasivos de agua potable; así como en estructuras que tengan exposición industrial a la luz, al agua y a químicos; en equipos motores de plantas industriales; en maquinarias e instalaciones que estén expuestas a temperaturas extremas y al ambiente industrial, como fábricas y minas, sin olvidar que la pintura industrial es importante en el sector automotriz, aeroespacial, aeronáutico, etc.
La finalidad de la pintura industrial es proteger de factores corrosivos del medio ambiente, para lograrlo, su espesor es el que crea una barrera que impide la penetración del oxígeno y el agua al sustrato. Es decir, evita que los objetos o inmuebles se oxiden. Recordemos que la oxidación es un proceso químico en el cual se desprenden electrones de una molécula, átomo o ion. Existen dos tipos de oxidación, oxidación rápida, por ejemplo, la combustión, y oxidación lenta, que se presenta en forma de corrosión en metales, como el hierro, cuando entran en contacto con el agua, con sales, el oxígeno y el medio ambiente en general. En otras palabras, la corrosión es la degradación del metal por el efecto de su entorno y la oxidación es un proceso químico donde se alteran las moléculas del material o sustancia.
El sector industrial es el que más se ve perjudicado por este fenómeno pues una vez que se afectan las superficies metálicas por la corrosión, éstas podrían romperse y provocar accidentes, de ahí la importancia de aplicar la pintura industrial que haga una protección efectiva.
Clasificación de pintura industrial
La pintura industrial se clasifica en orgánica e inorgánica. Los revestimientos orgánicos contienen carbono, productos derivados del petróleo refinado o modificado y diferentes tipos de solventes, rellenos, aditivos y pigmentos. Dentro de esta categoría están las pinturas alquídicas que se aplican en diversos sustratos de la infraestructura industrial, son resistentes en exteriores, interiores, áreas subterráneas y acuosas. Su único inconveniente es el tiempo que tardan en secarse.
Pinturas epóxicas son de alto rendimiento, sus propiedades permiten construir una excelente película, su secado y tiempo de curado es rápido. Estos revestimientos pueden aplicarse en diversas superficies como son aluminio, acero y en componentes galvanizados; resisten la corrosión, abrasión, humedad, agua salada, productos químicos, el sol y demás factores que pueden desgastar y maltratar la pintura y el sustrato.
Pinturas de poliuretano poseen una gran resistencia a la corrosión, productos químicos, la abrasión y a los procesos ambientales que mucho afectan. Se pueden aplicar en productos y plantas industriales porque sus aditivos especiales permiten una mejor protección.
Recubrimientos acrílicos que ofrecen protección en ambientes industriales porque contienen mayor cantidad de aglutinantes y aditivos para cumplir con su objetivo en cuanto a rendimiento y dispersión, además son muy resistentes a la corrosión.
Recubrimientos cerámicos otorgan una gran durabilidad, protección química y anticorrosiva; tienen características únicas, como son aislante térmico y estabilidad dimensional y química. Estas pinturas son ideales para proteger tanques y sistemas hidráulicos, así como objetos que estén expuestos a la radiación UV, productos químicos, altas temperaturas y humedad; no se recomienda aplicarlas en objetos que estarán expuestos a esfuerzos de compresión o tracción, pues la fuerza ejercida puede dañar el recubrimiento.
Recubrimientos intumescentes son aquellos que soportan el calor extremo y llamas abiertas. Su acción consiste en expandirse en capas gruesas similares a espuma que aíslan las estructuras del fuego, de esta manera protege los diferentes componentes en caso de incendios.
Otras variantes
Actualmente podemos ver en el mercado recubrimientos especiales, como los antiadhesivos que permiten que cualquier adhesivo se retire sin problema porque este recubrimiento evita que su adherencia sea máxima; tratamiento anticorrosivo, el cual garantiza una máxima protección, incluso en un ambiente marino; la protección antigraffitis, mecanismo que permite limpiar fácilmente cualquier tinta en las superficies dañadas; recubrimiento antiorines, este es aplicado, por lo general, en la parte inferior de la zona con la intención de evitar que los orines dañen el inmobiliario
La pintura industrial se puede aplicar de diferentes maneras, como por pulverización de aire con un rociador, método que permite un acabado liso y profesional sin importar el tipo de superficie; con el clásico rodillo, se recomienda utilizarlo cuando la zona es lisa para que la pintura se adhiera de manera eficiente y rápida; recubrimiento por inmersión, este método es ideal para el recubrimiento rápido de algún objeto, porque basta con sólo sumergirlo directamente en la pintura y esperar a que seque; por la bien conocida brocha, que tiene varias presentaciones para dar un buen acabado sin ningún problema; pulverizador sin aire, este mecanismo atomiza la pintura a una presión mayor que un pulverizador de aire, es un método ideal cuando se trata de pintar áreas muy grandes de manera rápida.
Enmascarado
La técnica de aplicación implica un buen enmascarado, es decir, cubrir las áreas que no serán pintadas para evitar que se manchen. Uno de los sectores en los que la pintura industrial tiene más relevancia es el automotriz, donde se realizan reparaciones que implican utilizar cintas que protejan los cristales, el tablero o cualquier área que no requiera ser pintada. Sabemos que muchos otros sectores también enmascaran objetos y áreas; sin embargo, en este artículo nos enfocaremos en el sector automotriz.
Janel ofrece dos tipos de cintas para revestimiento: en frío y en calor. Las cintas para el pintado en frío están hechas en papel crepado saturado que no permite que la pintura base solvente pase de una cara hacia otra; la cinta no se ablandará a la hora de pintar porque sus adhesivos han sido vulcanizados (es decir, el proceso de endurecimiento mediante el calor del caucho crudo en presencia del azufre) en su elaboración y tampoco dejará residuos cuando se desprenda de la superficie. Este tipo de cintas sirven muy bien cuando se van a pintar partes específicas de un vehículo, por ejemplo, el alrededor del medallón o de una chapa. Su capacidad moldeable permite cubrir áreas específicas sin que se maltrate o pierda efectividad. Por el lado contrario al adhesivo están engomadas, de esta manera podemos pasar la mano sin temor a llenarnos de pegamento.
Para el pintado en caliente, las cintas ideales son aquellas que resisten hasta 160°C, porque sus características permiten que cuando se exponga a esta temperatura no se deshaga y pierda su función. De acuerdo con la ingeniera Serrano, este tipo de cintas van en desuso en México, pues los automóviles que se están haciendo son de fibra de vidrio, como estas piezas no están diseñadas para someterse a altas temperaturas, si llegan a someterse a más de 160°C pueden deshacerse antes de que la cinta haga su función.
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