Paso a Paso Hacia una Unión Impecable
La termofusión es un proceso de tres etapas principales: calentamiento, fusión y enfriamiento, cada una crucial para la integridad de la unión.
PREPARACIÓN Y CALENTAMIENTO:
- Corte y Limpieza: Primero, el tubo de PPR se corta de forma perpendicular y limpia utilizando un cortatubos específico para plásticos.
Esto es vital para un área de contacto uniforme.
La zona a unir (tanto en el tubo como en la conexión) se limpia meticulosamente para eliminar cualquier rastro de polvo, grasa o humedad que pueda comprometer la fusión.
- Inserción en los Dados: Una vez que la termofusora alcanza la temperatura programada (indicada por una luz o señal acústica), el extremo del tubo se introduce en el dado hembra y la conexión se encaja en el dado macho simultáneamente
- Tiempo de Calentamiento: Este es un paso crítico y varía según el diámetro del tubo. El manual de la máquina y las tablas del fabricante del PPR especifican un tiempo exacto de calentamiento. Durante este lapso, el polímero en la superficie del tubo y la conexión se vuelve dúctil y maleable, alcanzando un estado pastoso, pero sin llegar a quemarse o deformarse excesivamente.
El calor se transfiere por conducción desde los dados al material.
FUSIÓN Y UNIÓN (UNIÓN POR PRESIÓN):
- Retiro Rápido: Una vez transcurrido el tiempo de calentamiento, el tubo y la conexión se retiran de los dados de la termofusora de forma rápida y decidida. No hay tiempo que perder, ya que el material comienza a enfriarse.
- Ensamblaje Inmediato: Se inserta el tubo dentro de la conexión con una presión uniforme y sin rotar, hasta que la pared del tubo toque la base de la conexión (generalmente se observa un “cordón” o reborde de polímero fundido que se forma en el punto de unión). Esta presión controlada fuerza las moléculas de polipropileno de ambas piezas a mezclarse e interconectarse, formando una estructura molecular homogénea y continua. Es una soldadura por difusión molecular.
ENFRIAMIENTO Y SOLIDIFICACIÓN:
- Tiempo de Enfriamiento: Una vez unidas, las piezas deben mantenerse inmóviles y bajo la presión de las manos (sin forzar ni mover) durante un tiempo específico de enfriamiento, también indicado por el fabricante y dependiente del diámetro. Durante esta fase, el polipropileno se solidifica y la unión molecular se completa y consolida.
Intentar mover o manipular la unión antes de tiempo puede comprometer su resistencia y hermeticidad.
¿POR QUÉ LA TERMOFUSIÓN ES TAN CONFIABLE?
La belleza de la termofusión reside en la creación de una unión monolítica. A diferencia de las uniones mecánicas (roscadas) que dependen de empaques o selladores, o las soldaduras metálicas que introducen otro material (soldadura de estaño, por ejemplo), la termofusión convierte las dos piezas separadas de PPR en una sola pieza de polímero. Esto elimina puntos débiles, reduce drásticamente el riesgo de fugas por vibración, expansión/contracción térmica o corrosión. El resultado es una instalación hidráulica robusta, duradera y con una vida útil excepcional, haciendo del PPR y la termofusora una dupla imbatible en la plomería moderna.