Medidas Constructivas Para Controlar Humedad
La humedad en techos y muros debilita las estructuras. Con impermeabilizantes, drenaje y ventilación adecuada es posible prevenir filtraciones y daños en el hogar.
La humedad en construcciones es uno de los problemas más frecuentes y costosos de atender cuando no se previene a tiempo. Filtraciones en techos, acumulación de agua cerca de los cimientos y condensación en espacios cerrados pueden afectar tanto la resistencia de la obra como la salud de los habitantes. Implementar soluciones constructivas y correctivas es clave para proteger cualquier edificación y garantizar su durabilidad.
La aplicación de impermeabilizantes y membranas protectoras en techos y muros es fundamental.
Estas barreras actúan como escudo contra filtraciones, evitando que el agua penetre en la estructura y cause desprendimiento de acabados, manchas o moho. Renovar el impermeabilizante de forma periódica asegura una protección continua.
Un sistema de drenaje pluvial eficiente evita que el agua se acumule cerca de muros y cimientos. Instalar canaletas, bajantes y drenes perimetrales garantiza que el agua se desvíe correctamente, reduciendo el riesgo de filtraciones por capilaridad o presión hidráulica.
No toda la humedad proviene del exterior. En espacios cerrados, la ventilación cruzada y el uso de deshumidificadores ayudan a controlar la condensación. Con estas medidas se protege la integridad de los materiales, se evitan hongos y se mantiene un ambiente saludable en el interior de la vivienda.
La lucha contra la humedad requiere un enfoque integral: impermeabilización, drenaje eficiente y ventilación adecuada.
Estas soluciones no solo previenen filtraciones, sino que aumentan la vida útil de la construcción y protegen la salud de quienes la habitan. Invertir en prevención siempre es más económico que reparar los daños de la humedad.