Instalación y normatividad del PPR
El proceso de instalación, una de las peculiaridades más relevantes de este sistema
Para regular la calidad de este sistema de tubería existe la NMX-E-226/2-CNCP-2007. Se enfoca en la industria del plástico que se utiliza para los tubos de polipropileno, así como en las particularidades del proceso de termofusión, con el cual se unen estos sistemas. Con este objetivo, establece varias pruebas de firmeza y comportamiento del producto, entre las que destacan las pruebas de resistencia a las presiones, que se catalogan de acuerdo con el diámetro y la clase de tubería. Cabe señalar que esa Norma Mexicana se complementa con la NMX-E-226/1-SCFI-1999, sólo que esta última se refiere a las uniones roscadas de las tuberías de polipropileno.
No requiere soldadura ni pegamento, sino que se utiliza el proceso de termofusión para unir los tubos y las conexiones. En realidad, este procedimiento facilita el resultado y agiliza los procesos, ya que se calcula que reduce el tiempo de la mano de obra en un 50%. Además, presentan múltiples accesorios con los que se pueden conseguir diversas posiciones. Sin embargo, para que este procedimiento garantice el máximo rendimiento, se deben seguir las especificaciones con exactitud, puesto que la unión depende de muchos factores externos. Desde el corte mismo, se necesita la máxima precisión, por lo cual los fabricantes desarrollan herramientas de corte especiales para sus productos.
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Proceso de instalación
Se debe realizar un corte limpio en el tubo, enseguida se calienta el extremo con la máquina de termofusión, donde se realiza la unión de las piezas a ensamblar. El tiempo al que se exponen estas piezas varía de acuerdo al diámetro de las mismas; por consiguiente, la instalación implica conocimiento técnico y exactitud, lo cual se consigue con las debidas capacitaciones que las marcas ofrecen.
Hay que distinguir entre el tiempo que se exponen los tubos al calor y el tiempo que permanecen unidos. Asimismo, el procedimiento requiere de cuidado y atención, ya que no se deben introducir los tubos más allá de ciertos límites, pues se producen deformaciones en los mismos. Tampoco es conveniente girar las piezas mientras se lleva a cabo la fusión, puesto que puede perjudicar la junta y generar fugas en el sistema.
Es importante subrayar que, una vez que se enfriaron las uniones por termofusión, el procedimiento es irreversible.