Factores para Comprar una Hidrolavadora
Comprar una hidrolavadora profesional implica una evaluación detallada de factores que garantizarán que el equipo elegido sea eficiente, duradero y adecuado.
Uno de los primeros criterios a tener en cuenta es la presión máxima que puede alcanzar la hidrolavadora. La presión se mide en bares o psi (libras por pulgada cuadrada) y determina la fuerza con la que el agua será proyectada sobre la superficie. Para trabajos profesionales, se recomienda que la presión esté entre 2,500 y 4,000 psi, lo que permite limpiar con eficacia superficies difíciles como concreto o maquinaria industrial. Además, el caudal de agua, medido en litros por minuto (L/min), también es crucial, ya que un mayor caudal permite una cobertura más amplia y una limpieza más rápida.
Otro aspecto fundamental es el motor de la hidrolavadora.

En las versiones profesionales, los motores suelen ser más potentes y duraderos, ya que están diseñados para resistir largas jornadas de trabajo.
Los motores eléctricos son adecuados para tareas más ligeras y para ambientes sin acceso constante a combustible, mientras que los motores a gasolina son ideales para trabajos en exteriores o en lugares donde no hay conexión eléctrica. Además, es importante considerar la calidad de los materiales del equipo, como las mangueras y las bombas, que deben ser resistentes a la abrasión y a los productos químicos con los que la hidrolavadora pueda entrar en contacto.
Por último, al elegir una hidrolavadora profesional, también es necesario tener en cuenta su portabilidad, las opciones de accesorios adicionales (como boquillas intercambiables y extensores) y el servicio postventa.

Asegúrese de adquirir un modelo que ofrezca garantías y que cuente con repuestos fácilmente disponibles.
La facilidad de mantenimiento es otro punto clave, ya que un equipo fácil de limpiar y con un sistema de auto limpieza puede extender considerablemente su vida útil.
USO ADECUADO DE LA HERRAMIENTA
El uso adecuado de una hidrolavadora profesional es fundamental para obtener los mejores resultados y garantizar la seguridad. Primero, se debe seleccionar la presión adecuada según el tipo de superficie: una presión alta para superficies duras y resistentes a la abrasión, y una presión más baja para superficies delicadas como madera o pintura.
Se recomienda mantener una distancia de 30 a 40 cm entre la boquilla y la superficie para evitar daños.
