Errores Comunes al Usar Adhesivos
No todos los materiales “se dejan pegar” de la misma manera. Cada superficie tiene su propia textura, porosidad y nivel de adherencia. Aquí te dejamos una guía rápida para elegir el adhesivo más adecuado según el tipo de material:
MADERA
Lo mejor: pegamento blanco o epóxicos. Ideal para ensamblajes, restauraciones o reparaciones. El blanco es fácil de manejar y limpiar; el epóxico es fuerte y duradero.
VIDRIO Y CERÁMICA
Lo mejor: cianocrilato (pegamento instantáneo) o epóxicos. Perfectos para reparar tazas, platos o adornos.
El cianocrilato es rápido; el epóxico, más resistente al agua.
PLÁSTICO
Lo mejor: cianocrilato o silicón caliente. El reto con el plástico es su baja porosidad. Para juguetes, contenedores y tapas, estos adhesivos ofrecen buena fijación si se limpian bien las piezas antes.
METAL
Lo mejor: epóxicos o adhesivo de contacto. Cuando se trata de bisagras, manijas o elementos metálicos pequeños, se necesita un adhesivo con gran resistencia mecánica.
TELA Y CUERO
Lo mejor: adhesivos flexibles o de contacto. Para dobladillos rápidos, reparaciones de bolsas o costuras, se requieren pegamentos que soporten movimiento sin quebrarse.
PAPEL Y CARTÓN
Lo mejor: pegamento blanco o en barra. Infalibles para manualidades, tareas escolares o empaques livianos. Limpios, prácticos y seguros.
MAMPOSTERÍA (PAREDES, CONCRETO, LADRILLO)
Lo mejor: selladores adhesivos. Para instalar ganchos, espejos o molduras, se necesitan adhesivos que soporten peso y resistan humedad y cambios de temperatura.
ERRORES COMUNES AL USAR ADHESIVOS
Aunque parezca sencillo, usar adhesivos correctamente requiere más atención de la que muchos creen.
Un error común es mezclar materiales incompatibles con el pegamento elegido. Por ejemplo, aplicar un adhesivo para papel en superficies plásticas o metálicas suele resultar en un fracaso total. Otro desliz frecuente es olvidar limpiar bien las superficies antes de aplicar: polvo, grasa o humedad impiden que el producto adhiera con fuerza, y en poco tiempo la reparación “milagrosa” se viene abajo.
También hay quienes creen que más es mejor y aplican adhesivo en exceso, lo cual no sólo no mejora la adhesión, sino que puede debilitarla, hacer un desastre visual y alargar innecesariamente el tiempo de secado. Y hablando de tiempo, muchos usuarios no respetan el periodo necesario para que el adhesivo cure completamente. Apresurar el proceso —por prisa o desconocimiento— suele provocar uniones débiles o que simplemente no funcionan.
La clave está en seguir las instrucciones del fabricante y tener un poco de paciencia: pegar bien también es un arte.
¿SABÍAS QUE… NO TODO PEGAMENTO ES ADHESIVO?
Aunque en el lenguaje cotidiano los usamos como sinónimos, en el sector profesional hay una diferencia clave: adhesivo es el término técnico que engloba todas las sustancias diseñadas para unir materiales —desde cianocrilatos hasta epóxicos—, mientras que pegamento se refiere comúnmente a los productos escolares o de uso doméstico. Así que, la próxima vez que recomiendes un producto en el mostrador, usa “adhesivo” si quieres sonar como todo un experto.