El proceso de corte para el porcelanato
El hecho de tener la capacitación y herramientas necesarias para el proceso de corte del porcelanato de gran formato, garantizará que el producto final tenga la belleza y calidad necesarias.
La tecnología empleada para la fabricación de baldosas de gran formato permite obtener un producto fuerte y flexible, capaz de soportar la realización de cortes y perforaciones con las herramientas adecuadas. Además, en el caso de bordes afilados o irregulares, estos pueden refinarse con papel de lija o almohadillas de diamante. El espesor de 6 mm de las baldosas de gran formato es la solución ideal para mantener una resistencia a la rotura y a la flexión, similar al porcelánico tradicional: el espesor reducido no hace que la losa sea más frágil, sino más flexible, asegurando la resistencia típica de la porcelana a la perforación, impactos y tracciones.
Algunos fabricantes ofrecen capacitación sobre cómo manipular e instalar fácilmente baldosas de gran formato con total seguridad. Los instaladores pueden operar profesionalmente utilizando las técnicas adquiridas y equipándose con las herramientas adecuadas. Por todas estas condiciones, el corte de cerámicos debe realizarse de manera precisa. Ten en cuenta que de eso depende la belleza de toda la superficie. Para el procedimiento de corte existen muchos métodos. Cada uno de ellos se adapta mejor a ciertas circunstancias. Algunos pueden representar ventajas conforme a su practicidad, pero tal vez requieran de mayor conocimiento técnico.
Entre las técnicas que queremos destacar están las siguientes:
Herramientas manuales: El método más sencillo es el que implica el uso de un lápiz de carburo de tungsteno y unas pinzas o tenazas para corte. El proceso es simple: con ayuda de una regla o una escuadra hay que medir y marcar con el lápiz el trazo donde se debe cortar. Algunas pinzas de corte incluyen un rodel de carburo, que permite marcar y cortar con una sola herramienta.
Máquinas manuales: El siguiente paso en el desarrollo tecnológico son las máquinas que no requieren electricidad. También funcionan con un rodel de carburo, sólo que esta máquina permite una mayor guía y, por supuesto, no necesita de una escuadra o de una regla. Después de realizar el trazo, el corte se lleva a cabo con el sencillo movimiento de una palanca, que asegura la máxima precisión. La fuerza requerida varía dependiendo del material. Por esta razón, las máquinas manuales ofrecen distintos modelos, que pueden especializarse en porcelanatos o en otra clase de recubrimientos cerámicos, con distinta exigencia en la fuerza de corte. En general, estas máquinas manuales aparecen en el mercado como: estándar, semi-profesional o profesional, según su capacidad de corte.
Máquinas eléctricas: Con el uso de la electricidad, las distintas máquinas de corte adquieren más potencia para realizar estas actividades. Una de las herramientas más comunes es la esmeriladora angular. Como hemos visto en otras ediciones de Todo Ferretería, esta herramienta tiene diferentes funciones, tales como pulir, esmerilar (de ahí su nombre) y para cortar. La desventaja de estas herramientas es que no ofrecen la exactitud de las máquinas manuales o de las sierras eléctricas, de las que hablaremos a continuación.
Con respecto a las sierras eléctricas representan muchas ventajas, la más importante es que permite cortes más exactos y limpios, sin que el corte dependa del pulso del usuario. Todo esto desemboca en un muy bajo riesgo de que las piezas cerámicas se astillen o se rompan. En el comercio pueden adquirirse diversos tipos de sierras cortadoras en húmedo, de tamaño y costo variable. Lo importante es que selecciones de manera muy precisa el modelo que más se ajusta a tu presupuesto y que cumpla las necesidades del trabajo a realizar.
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