El mundo de los clavos
Los clavos tienen un lugar importante en la historia de la humanidad, siendo de gran utilidad en el desarrollo de nuestra sociedad, es por ello que debemos que repasaremos en una lista los más importantes.
Con las consideraciones anteriores, se generan muchos tipos de clavos que involucran la gran variedad de tareas que hemos mencionado. Con el afán de abarcar los más importantes, presentamos la siguiente lista:
Clavo estándar: Con cabeza y sin cabeza, para usos generales, como albañilería, carpintería, usos domésticos. Son los más utilizados en el ámbito de la construcción. Se caracterizan por su vástago grueso y su constitución de acero. Se usan con gran eficiencia en aplicaciones de carpintería, como marcos para puerta. También se distinguen por su cabeza plana lisa y también por su clásica punta de diamante. Sólo en ocasiones se tiende a achatar la punta para evitar el quiebre de la madera.
Con cabeza y sin cabeza, para usos generales, como albañilería, carpintería, usos domésticos. Son los más utilizados en el ámbito de la construcción.
Clavo concreto: Para fijación en block, ladrillo, concreto, mampostería o en cualquier material donde un clavo estándar se dobla.
Clavos anillados: La principal característica de estos clavos son los anillos en el vástago, que pueden generar una confusión con los tornillos, sólo que el proceso de instalación no es con desarmador, sino con herramientas de percusión. Los anillos permiten una resistencia adicional de penetración, y se pueden aplicar tanto en madera como en placas de yeso.
Los anillos permiten una resistencia adicional de penetración, y se pueden aplicar tanto en madera como en placas de yeso.
Clavo alfilerillo: Con cabeza y sin cabeza, para la fabricación de calzado, juguetes, cajas de madera, artículos de cuero, etcétera.
Clavos Brad: Son los clásicos clavos para carpintería. Sus pequeñas dimensiones, tanto en diámetro como en grosor, reducen la posibilidad de quiebre en la madera. Se utilizan sobre todo en uniones de madera y también suelen avellanarse para producir una apariencia lisa.
Son los clásicos clavos para carpintería. Sus pequeñas dimensiones, tanto en diámetro como en grosor, reducen la posibilidad de quiebre en la madera.