El mundo de las bisagras
En nuestra vida diaria todo el tiempo hacemos uso de cerraduras y bisagras sin apenas notarlo, se han vuelto una parte tan orgánica de nuestro transitar por el mundo que no reflexionamos sobre el servicio que estos objetos nos dan.
Una bisagra es un herraje articulado que posibilita el giro de puertas, ventanas o paneles de muebles. Tomando en cuenta su función, los herrajes se utilizan para accionamiento, movilidad, cierre o simplemente con fines estéticos. La bisagra cuenta con dos piezas, una de las cuales va unida a la hoja y gira sobre un eje, permitiendo su movimiento circular. Si bien la mayoría de bisagras están fabricadas en metal o de aleaciones metálicas, en la actualidad las bisagras también las podemos encontrar fabricadas en diversos materiales plásticos muy resistentes.
La clasificación de las bisagras se define a partir de su grado de apertura: desde 90º, 180º y hasta 270º; su visibilidad: invisibles y de tipo libro y su sistema de instalación: es decir, si son de fácil colocación o requieren herramientas especiales para fijarse a las superficies involucradas en cualquier sistema de apertura.
La variedad de modelos y estilos de bisagras es muy amplia, por lo que siempre encontraremos una que se adapte en forma y tamaño de nuestras necesidades y presupuesto.
Conocidas en el mundo como bisagras, goznes, charnelas o pernios, estas piezas siempre están integradas por dos hojas que consolidan un herraje metálico en el que ambas mitades giran sobre un eje mediante un movimiento circular (tubo, tornillo o perno), posibilitando el cierre seguro y el abrir de puertas, ventanas o tapas de manera fácil y eficiente.
Es increíble que, a pesar del desarrollo tecnológico de sistemas y materiales, los principios mecánicos esenciales que dieron origen, tanto a las cerraduras como a las bisagras, sigan siendo básicamente los mismos. Las partes de una bisagra son: placa de soporte; pasador del eje; remate o tapa inferior y cilindros del eje de giro.