El Arte de Usar Concreto Correctamente
El concreto es clave en la construcción moderna, pero su efectividad depende de mezclar, curar y aplicar con precisión cada uno de sus componentes.
El concreto ha sido durante décadas la columna vertebral de la infraestructura moderna. Desde puentes hasta viviendas, su versatilidad y resistencia lo han hecho el material preferido en obras de todo tipo. Sin embargo, su durabilidad no está garantizada si no se emplea de forma correcta.
Aunque el concreto es sinónimo de fortaleza, la historia de la construcción muestra ejemplos donde se convirtió en un punto débil. La Torre Pirelli en Milán sufrió graves fisuras por una mala mezcla y una curación deficiente. Más trágico fue el caso del Puente Morandi en Génova, cuyo colapso en 2018 expuso las fallas en el concreto premezclado usado en su estructura. Estos ejemplos subrayan la importancia de seguir normas técnicas, realizar pruebas de calidad y no subestimar los detalles en la ejecución.
GRAVA MEXICANA
La grava es uno de los ingredientes esenciales del concreto.
En México, se extrae principalmente de ríos y canteras ubicadas en estados como Puebla, Jalisco y Sonora. Tras su extracción, se tritura y se clasifica por tamaño, dando origen a granulometrías específicas para diferentes tipos de mezcla. Tan solo en 2021, la producción nacional alcanzó los 70 millones de toneladas, reflejando su importancia en la industria. La calidad de la grava influye directamente en la resistencia y durabilidad del concreto.
MORTERO
Una de las claves del mortero es lograr el equilibrio perfecto entre agua y cemento. La proporción estándar es 0.5 partes de agua por cada parte de cemento. Un exceso de agua puede debilitar la mezcla, generar grietas y disminuir la vida útil de la estructura. En cambio, si hay poca agua, el mortero pierde trabajabilidad y no se adhiere bien. Errores comunes como medir “a ojo” o confiar en la experiencia sin pruebas pueden comprometer la seguridad de toda la obra.
CONCRETO
En el terreno vial, el concreto ha ido desplazando al asfalto gracias a su mayor resistencia y menor necesidad de mantenimiento.
Mientras el asfalto, derivado del petróleo, se deteriora con el paso del tiempo y el tráfico pesado, el concreto soporta cargas mayores y tiene una vida útil más prolongada. En México, su uso comenzó en los años 60, y se estima que el cambio a concreto puede representar hasta un 30% de ahorro en mantenimiento a largo plazo en carreteras.
El concreto no es infalible, pero sí insustituible. Su éxito depende de factores como la calidad de sus componentes, la precisión en la mezcla, el manejo adecuado del agua y el cumplimiento riguroso de normas técnicas. Desde la grava extraída en tierras mexicanas hasta las revolvedoras que lo ponen en marcha, cada elemento juega un papel fundamental. Con un uso correcto, el concreto seguirá siendo el gran aliado de la construcción moderna, no su enemigo.