Conductores eléctricos: cobre o aluminio
Los tres materiales más utilizados como conductores eléctricos son el cobre, el aluminio y la plata, pero esta última por ser muy costosa sólo se utiliza en el recubrimiento de uniones y superficies de contacto.
El cobre y el aluminio son los conductores eléctricos que cubre el mercado actual, con la garantía de ser los mejores conductores que existen. Sin embargo hay factores que podemos considerar antes de decidir cuál de estos dos conductores es el que vamos a utilizar.
Del cobre y el aluminio, químicamente tiene mejores propiedades el cobre (resiste la tracción, expansión y conductividad térmica), por eso es utilizado en su conducción pura, porque tiene 100% de conductividad. El aluminio en cambio, es usado en aleación debido a que es mucho más suave y sólo tiene 61% de conductividad, pero solamente pesa el 30% de lo que pesa el cobre. Además, el cobre es cada vez más escaso por la demanda, lo que en consecuencia ha hecho que su precio se eleve y que el uso de aluminio sea más frecuente.
Las aplicaciones específicas para estos conductores están pensadas de acuerdo a las ventajas que ambos materiales aportan a la distribución eléctrica.
El aluminio, por ser de bajo peso, se utiliza con frecuencia para líneas aéreas de transmisión, aviones y automóviles, y para la fabricación de cables coaxiales, formados por un alambre de cobre, revestido de aluminio. Los usos de los conductores de cobre son más comunes y generales porque la mayoría de productos y las redes de distribución de energía aprovechan su alta conductividad o alto rendimiento, su estabilidad, la alta durabilidad o mínimo desgaste que tiene. A pesar de ser más costoso, su mantenimiento es muy bajo con respecto a las instalaciones de aluminio, las cuales tienen un desgaste mayor debido a que cuando el aluminio se claienta, se expande, y al enfriarse se contrae, provocando que su tensión disminuya y que al calentarse el aislamiento se derrita y haya posibles chispas que generen incendios.
Asimismo, el aluminio es más propenso a la corrosión, lo cual aporta mayor resistencia, por tanto, afecta la conductividad. Es por eso que un conductor de aluminio necesita más mantenimiento que uno de cobre, aunque reduzca la carga mecánica de las instalaciones por su peso, su costo menor, o sea más manejable y fácil de instalar. Independientemente de qué decisión tomemos, considerando estas ventajas y desventajas, la sección o tamaño del conductor, debe ser la adecuada para que se cumplan los requerimientos de distribución; en el caso del aluminio, su seccióntransversal debe ser mucho mayor que la del cobre para que aumente su nivel de conductividad.
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