Cómo Instalar un Lavadero Correctamente

Publicado en: Notas | 23 julio, 2025

La instalación hidráulica de un lavadero compacto comienza con una correcta ubicación del punto de suministro de agua y el desagüe.

Los lavaderos compactos son una solución eficiente para espacios reducidos, tanto en hogares como en negocios. Su instalación, aunque relativamente sencilla, requiere atención a ciertos detalles técnicos para garantizar un funcionamiento seguro y duradero. A continuación, te presentamos una guía básica para una instalación adecuada.

Por lo general, estos lavaderos se conectan a una toma de agua fría, aunque algunos modelos permiten la conexión a agua caliente mediante una llave mezcladora. En modelos básicos, se emplea una llave de jardín, mientras que los más avanzados integran mezcladoras con conexiones estándar.

Es crucial verificar que la presión de agua no exceda los rangos recomendados por el fabricante.

Suelen estar entre 0.2 y 0.6 MPa (megapascales). Superar estos valores puede provocar fugas o dañar las conexiones internas del lavadero.

Para garantizar un flujo constante y seguro, se recomienda utilizar flexibles metálicos o mangueras reforzadas con conexiones roscadas de ½” o ¾”, asegurando un sellado eficaz mediante el uso de cinta teflón o empaques de goma de buena calidad.

En cuanto al desagüe, la mayoría de los lavaderos cuenta con una salida tipo rejilla o cuello de 1½”, la cual debe conectarse al sistema de drenaje domiciliario. Es importante que esta conexión tenga una pendiente mínima del 2% (es decir, 2 cm por metro lineal) para facilitar el flujo del agua y evitar acumulaciones de residuos que puedan generar malos olores o taponamientos.

Además, es indispensable incorporar un sifón tipo “S” o “P”, dependiendo de la orientación del tubo de desagüe. Este elemento impide el retorno de gases provenientes del drenaje, contribuyendo a un ambiente más limpio y seguro en la zona de lavado.

La fijación de la estructura del lavadero debe realizarse firmemente al muro o al piso, de acuerdo con el diseño del modelo.

Se deben utilizar taquetes y tornillos adecuados al tipo de superficie (concreto, tabique, block, etc.), para asegurar una instalación estable que resista el uso diario.

Una correcta nivelación del lavadero es indispensable. No solo evita escurrimientos o inclinaciones incómodas, sino que también permite que el agua fluya correctamente hacia el desagüe, optimizando su desempeño.

Una instalación bien realizada no solo extiende la vida útil del lavadero, sino que también mejora la experiencia del usuario final. Ya sea que instales en un hogar, taller o negocio, seguir estas recomendaciones te ayudará a lograr un trabajo profesional, limpio y eficiente.

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