Capacidad y forma del tinaco.
El tinaco debe cumplir con una función muy importante dentro de los hogares y comercios, por ello es importante seleccionar el adecuado y mantenerlo en óptimas condiciones, para que el agua que utilizamos a diario siempre esté limpia y disponible.
CAPACIDAD DEL TINACO
Cuando se trata de almacenamiento de agua, es fundamental considerar la capacidad del tanque de agua. Esto depende completamente de la cantidad de personas que usan agua para todas sus necesidades diarias, como beber, cocinar, limpiar y lavar. El tamaño correcto puede elegirse a partir del cuadro de capacidades del fabricante o bien hacer un cálculo del número de habitantes del inmueble por la cantidad de agua que consume cada uno al día.
En promedio, de acuerdo con el INEGI, una familia de cinco integrantes gasta 1,150 L de agua al día, de los cuales, de 6 a 8 L serán gastados en cada descarga que se haga del inodoro, 2 L por cada lavado de manos, 10 L por cada minuto en la ducha, 30 L por lavado de trastes, 60 L para el aseo de la casa, 30 L por cambios de ropa, 90 L para regar macetas y lavar el patio, jardín, auto y acera.
Al consumo que determinemos, se recomienda aumentar de 2 a 4 días de consumo en caso de no contar con cisterna, y en caso de sí tenerla sólo basta agregar un 20% del total de litros que se consumirán.
LAS FORMAS
Si bien es libre de elegir el tanque que desee, lo ideal es que su elección se base en la cantidad de espacio donde se supone que debe colocarse el tanque. Los tanques rectangulares y cuadrados pueden caber en las esquinas y hacer un uso óptimo del espacio. Por otro lado, para áreas grandes, los tanques cilíndricos son los mejores. Seleccionar un tinaco demasiado grande puede llegar a dificultar su mantenimiento, así como afectar la calidad del agua. Además, almacenar el agua demasiado tiempo, también puede afectar su sabor y olor. Lo ideal es usar toda el agua y rellenar el tanque una vez por semana; cuanto mayor sea la frecuencia de cambio de agua, mejor será la calidad de ésta.
Además, el tinaco debe de contar con una apertura lo suficientemente grande que permita ingresar a su interior para realizar la inspección, el mantenimiento y la limpieza. La apertura debe contar con una tapa hermética que pueda asegurarse o cerrarse por completo con el objetivo de prevenir la entrada de elementos indeseables.