Consejos básicos para la elección de un rodillo
A diferencia de las brochas, los rodillos son herramientas para pintar áreas grandes y lisas como paredes y techos. También resultan muy buenos para pintar exteriores con estuco y hormigón.
Existen varios tipos de rodillos cuya elección dependerá de la superficie y pintura a utilizar. Inicialmente la cubierta sólo se fabricaba en lana , pero el principal inconveniente de este material, es que es más complicado aplicar alguna textura con su superficie. Los rollos de poliamida o nylon, han sustituido poco a poco la lana. Sus fibras son más elásticas y resistentes, por ello, son utilizadas para pintar fachadas y muros.
Los rodillos de espuma tienen el inconveniente de producir burbujas de pintura cuando ésta se aplica, por lo que resultan más recomendables para los esmaltes. Los rodillos de lana con poliéster , permiten que se absorba mayor cantidad de pintura y de igual modo que se pueda aplicar; además la combinación de materiales ayuda a mantener la pieza en buen estado durante un uso prolongado. En general, los rodillos de pelo pequeño o corto son los indicados para pinturas acrílicas y látex, los de espuma para esmalte o barnices y los rígidos, para dar efectos.
Siempre que se necesite pintar o repintar una superficie en una casa, en un comercio o en la industria, se tienen que tomar en cuenta diversos aspectos, tales como el tipo de pintura, los sustratos de la misma, el tiempo de entrega y las condiciones en que se desarrollará el trabajo.
1 Medida de rodillo. Para superficies lisas como yeso o tablaroca, grosor de ⅜”. Para áreas rugosas como pasta fina, texturizados ligeros, concreto y ladrillo, ¾”. Superficies extra rugosas como block, tiro, zarpeado o texturizados, de 1” a 1 .”.
2 Longitud de la herramienta. La medida estándar es de nueve pulgadas. Para áreas más pequeñas, puede ser deseable una cubierta del rodillo de 4” o 7”. Para las paredes y suelos de mayor área, rodillos de 14” y de 18” pueden aumentar la productividad.
3 Forma del rodillo. También tomar en cuenta la forma del rodillo, respecto al fin que le daremos, sobre todo si queremos realizar ciertos detalles sobre una pintura base, o si debemos pintar algunas zonas más complicadas e inaccesibles.
Calidad de la herramienta
- La parte más importante del rodillo es su cubierta o manga. Puede ser tentador comprar la más económica, pero estás no logran la absorción suficiente de pintura para hacer un buen trabajo. Esto puede costar hasta cuatro veces más de tiempo al pintar una habitación y, probablemente se termine con capas de pintura inconsistentes, marcas y desperdicio de pintura.
- A los rodillos de lana se les tiene que retirar un poco las pelusas antes de usarlos por primera vez. Una forma de hacerlo es envolviendo la pieza con cinta adhesiva y despegarla para eliminar las fibras sueltas, repitiendo varias veces. La lana también tiende a apelmazarse si se aplica demasiada presión cuando se pinta, por lo que no se debe dejar de “rodar”. Es necesario mantener la cubierta del rodillo cargado con pintura y utilizar sólo la presión suficiente para liberar y difundir la pintura. Empujar el rodillo para exprimir hasta la última gota de pintura, sólo causará problemas.
- Para limpiar se debe “raspar” el exceso de pintura del rodillo antes de lavarlo, utilizando una espátula. A continuación, enjuagar la cubierta del rodillo hasta que el agua salga clara.