Una Brecha en la Formación Continua
Los resultados de la Encuesta Nacional de Plomería 2024 exponen la escasa participación de los plomeros en actividades de formación continua.
En un contexto donde los avances tecnológicos, la normativa y los materiales evolucionan constantemente, la capacitación no debería ser un lujo ocasional, sino una práctica constante. Sin embargo, los datos revelan lo contrario.
El 57.57% de los plomeros reportó no haber asistido a ningún tipo de formación durante el último año.
Solo el 35.89% participó entre 1 y 5 cursos, y un porcentaje aún menor, apenas un 6.54%, asistió a más de 5 capacitaciones. Este panorama se repite de forma similar en los cursos virtuales, donde el 60.35% no participó en ninguna actividad, y solo el 27.52% asistió a entre 1 y 5 sesiones de formación en línea.
Estas cifras evidencian una brecha significativa en la actualización de conocimientos y habilidades entre los profesionales del sector. La falta de formación continua no solo limita la calidad del servicio que se ofrece, sino que también frena el crecimiento personal y profesional de los plomeros. Además, los deja en desventaja frente a un mercado cada vez más competitivo, donde los clientes exigen mayor eficiencia, conocimiento técnico y soluciones innovadoras.
UNA OPORTUNIDAD PARA TODOS
La baja participación en cursos puede deberse a múltiples factores: falta de tiempo, desconocimiento de la oferta disponible, costos elevados o falta de reconocimiento formal de las capacitaciones. Por eso, el esfuerzo para fomentar una cultura de formación continua debe ser compartido entre distintos actores del ecosistema.
Los cursos en línea representan una gran oportunidad para quienes no pueden desplazarse.
Sin embargo, para ser efectivos, deben contar con materiales de calidad, instructores capacitados y plataformas amigables. De igual forma, los talleres presenciales siguen siendo insustituibles para el desarrollo de habilidades prácticas, por lo que deben mantenerse como una opción clave.
CONOCIMIENTO QUE EMPODERA
La falta de capacitación es un desafío, sí, pero también una oportunidad para transformar el oficio y dignificar aún más el trabajo del plomero. Lo que sigue es convertir esa información en acción. Apostar por la formación continua es apostar por un mejor servicio, por más oportunidades laborales y por el reconocimiento merecido de quienes dedican su vida a construir y mantener el bienestar de nuestras comunidades a través del agua.