Un nivel de burbuja es un instrumento de medición de un albañil.
Los niveles de albañilería generalmente se construyen en aluminio o plástico, siendo más largos que los de carpintería, con características generalmente similares: más de una burbuja, estabilidad asegurada y una medición efectiva.
Un nivel de burbuja es un instrumento de medición que se utiliza para determinar la horizontalidad o verticalidad de un elemento. El principio de este instrumento está en un pequeño tubo transparente (cristal o plástico), el cual está lleno de líquido (alcohol o éter) con una burbuja de aire en su interior.
Cuando el tubo se coloca sobre una superficie perfectamente nivelada, la burbuja de aire se sitúa exactamente entre las marcas, indicando que existe equilibrio. Si la burbuja se encuentra simétricamente entre las dos marcas, el instrumento indica un nivel exacto que puede ser horizontal, vertical u otro; dependiendo de la posición general del instrumento de medición.
Un buen nivel generalmente tiene al menos 3 ampollas con burbuja, una en el centro y una en cada extremo. Existen niveles de distintas longitudes, desde unos 20 o 30 centímetros de largo, incluso mayores de un metro.
El líquido que rellena el tubo es un alcohol, como etanol, o un éter. Se puede añadir un colorante tal como fluoresceína, típicamente de color amarillo o verde, para incrementar la visibilidad de la burbuja. La razón por la cual no se emplea agua obedece a la desventaja que, en este caso, presentan sus propiedades físicas.
A diferencia del agua, tanto los alcoholes como los éteres generalmente tienen muy baja viscosidad y tensión superficial, lo que permite el rápido desplazamiento de la burbuja a lo largo del tubo con una mínima interferencia con la superficie del vidrio. Además, los alcoholes y éteres conservan el estado líquido en un rango de temperatura mucho más amplio que el agua. Si se usara agua, no sólo ésta quedaría adherida a la superficie del vidrio, sino que en mediciones a muy baja temperatura se congelaría y rompería el tubo debido a su expansión en el estado sólido. El etanol, por ejemplo, se congela a -115 ºC, lo que permite el uso de los niveles incluso a temperaturas bajo cero.
El nivel de topografía, conocido por profesionales de la construcción como equialtímetro, es una herramienta de alta precisión, ya que la medición se realiza a través de una mira calibrada, pudiendo realizar medidas entre dos puntos extensos entre sí. Por su parte, el nivel electrónico láser tiene la posibilidad de que el operario realice una lectura electrónica, permite además proyectar un rayo láser para indicar la nivelación en el material directamente. Algunos modelos incluso pueden medir ángulos e inclinaciones.
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