Técnica previa para pintar
Para comenzar a pintar, lo primero que se debe llevar a cabo es la preparación de la pintura. La mayoría de las pinturas deben ser diluidas antes de emplearse, sin embargo según la base será el líquido con que se diluirá.
Siempre que se necesite pintar o repintar una superficie en una casa, en un comercio o en la industria, se tienen que tomar en cuenta diversos aspectos, tales como el tipo de pintura, los sustratos de la misma, el tiempo de entrega y las condiciones en que se desarrollará el trabajo. Todo esto influye en la eficiencia y en la durabilidad de la pintura. Sin embargo, también es importante considerar las técnicas y las herramientas que se utilizan para pintar determinadas superficies. A veces una ligera diferencia en el tipo de brocha o rodillo puede modificar notablemente un resultado.
Es importante estar al tanto de las condiciones óptimas para usar cada una, además, esto influye tanto en una buena apariencia como en la duración de la pintura, por lo que también se pueden ahorrar costos con una buena selección y una técnica adecuada. Cuando estos elementos se combinan, se obtiene un mejor rendimiento y una gran satisfacción.
Con qué pintar: además del uso muy conocido de la brocha y el rodillo, también se emplean otra clase de herramientas, tales como los cepillos de espuma o las pistolas. Estas últimas han tenido una gran evolución en los últimos años, pues han pasado de ser únicamente usadas en la industria, a una gran solución doméstica. Sin embargo, por la practicidad, la eficiencia y los costos, los rodillos y las brochas siguen siendo la primera opción para aplicar pinturas.
La mayoría de las pinturas tienen indicado el tipo de diluyente y la cantidad necesaria. Te presentamos un parámetro general, en caso de desconocer la información.
Se aconseja que si la pintura que se va a utilizar es vinil-acrílica o 100% acrílica, el diluyente que se empleé sea el agua en un 10%. Para esmaltes base solvente se puede emplear reductor al 15%, este tipo de productos son una mezcla de solventes hechos específicamente para diluir esmaltes y pinturas, lo que puede ser una muy buena opción para no afectar nuestra mezcla.
Otros productos que se pueden emplear para diluir la base solvente es el aguarrás o trementina. Si la pintura base solvente que se va a emplear, debe ser aplicada con pistola de aire lo más recomendable es emplear el diluyente al 25%. Se sugiere que los esmaltes base agua se diluyan con agua al 15%. Una vez que conocemos la cantidad y el tipo de diluyente que se requiere, lo siguiente es realizar la mezcla. Con una paleta se deben realizar movimientos circulares, desde el fondo hacia arriba, hasta obtener una composición homogénea y un color uniforme. Lo siguiente es aplicar la pintura.
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