Taladros para cada oficio
Decidir qué taladro es el adecuado para cada usuario puede ser una tarea abrumadora pues la variedad de opciones es casi ilimitada. La clave es elegir el taladro que cubra mejor nuestras necesidades.
Aunque existen vestigios de máquinas rudimentarias para hacer perforaciones desde la era paleolítica -hace más de cien mil años-, es hasta mediados del siglo XIX que se tiene registro de un taladro con las características que ahora conocemos: Una máquina ideada específicamente para hacer orificios circulares en diferentes superficies. Pocos años después, y gracias a los avances de la Revolución Industrial, aparecen los primeros taladros alimentados por una corriente eléctrica, lo que los ha hecho cada vez más poderosos y versátiles.
Antes de comprar…
En nuestros días, se ha convertido en una herramienta lo mismo doméstica que industrial, con una gran variedad de funciones y variantes para satisfacer una gran cantidad de necesidades. No es lo mismo hacer un agujero en una pared de concreto que en una superficie de cristal. Taladrar y atornillar sobre madera o en un azulejo de cerámica también presentan grandes diferencias. Por eso es de vital importancia conocer bien el trabajo que necesitamos hacer, según la tarea a realizar, necesitaremos un taladro distinto y recordar que para las superficies más duras siempre está la opción de un rotomartillo, cuya potencia y acción percutora lo convierten en la mejor opción.
Frecuencia de uso
Otras consideraciones necesarias antes de adquirir un taladro incluyen la frecuencia con la que vamos a usarlo. Habrá quienes lo usen ocasionalmente y aquellos que tengan la necesidad de usarlo prácticamente todos los días. En este sentido, los usuarios que tengan la necesidad de usar esta herramienta con más frecuencia pueden considerar la compra de un taladro con mayor potencia. La potencia de los modelos que podemos encontrar en el mercado oscila entre los 500 y 1300 W. Cuanto mayor sea la potencia, más fácil será perforar materiales como concreto. Aquí hay que hacer un apunte ya que existe una diferencia entre la potencia nominal y la potencia desarrollada o potencia útil.
La primera es la potencia absorbida o la que la máquina consume de la red eléctrica, mientras que la segunda es la que la máquina devuelve tras la pérdida de carga necesaria para hacer funcionar el motor. Un taladro absorbe 550 W para desarrollar 285 W. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con la potencia de un taladro, ya que el bloqueo de una broca por la dureza de una superficie puede provocar un retorno suficientemente poderoso como para dislocar una muñeca.
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