Sistemas de impermeabilización
La primera clasificación que hay que considerar sobre los impermeabilizantes, los divide en dos grandes grupos, de acuerdo al tipo de material que se emplea como aislante de protección.
Impermeabilización rígida
Aquella en la que se emplean materiales que se endurecen al secarse totalmente, como los aplanados o estucos, hechos con morteros y recubrimientos.
Impermeabilización flexible
Es aquella en la que se emplean materiales que tienen gran deformidad, es decir que son elásticos y por lo tanto absorben movimientos, como los acrílicos y poliuretanos.
Con base en lo anterior, la impermeabilización rígida se utiliza sobre las zonas que están diseñadas para tener nulo o poco movimiento, como las albercas, cisternas, muros y fachadas. Mientras que la impermeabilización flexible está diseñada para las áreas que tienen fuertes movimientos de expansión y contracción, o que tienen una gran extensión pero sin juntas de control y expansión, como techos, cubiertas y terrazas.
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