Selladores de silicón, tecnología progresiva
El sellador es un producto ampliamente utilizado en la industria y la construcción y se clasifican de acuerdo a su tecnología, reconociendo en el mercado a los silicones, poliuretanos o selladores híbridos, entre otros.
Por lo general, los selladores se utilizan para cubrir aberturas pequeñas que son difíciles de cerrar con otros materiales; las propiedades deseables de los selladores incluyen insolubilidad, resistencia a la corrosión y adhesión. Un sellador es generalmente un material viscoso con reducida propiedad de flujo, pudiendo ser desde fina y líquida, para permitir que penetre en el sustrato por medio de la acción capilar; hasta prácticamente sólida. Por supuesto, no existe un tipo de sellador que pueda usarse en todos los sustratos y condiciones; de hecho, se producen actualmente en una amplia variedad, todos con diferentes grados de flexibilidad, durabilidad y resistencia.
Es cierto que abordar los conceptos básicos de la ciencia y tecnología de adhesivos y selladores, resulta complejo, e incluso diríamos que pesado, ya que exige el estudio de ciertos tópicos de la química; no obstante, es importante tratarlo, ya que la variedad de selladores es cada vez más amplia por parte de fabricantes que invierten muchos recursos en su desarrollo y formulación, todo con el de tener una solución específica a un problema específico.
La principal diferencia entre los adhesivos y los selladores, es que estos últimos suelen tener una resistencia menor a una tensión superficial perpendicular, pero, en contraparte, cuentan con una mayor elongación (alargamiento) que los adhesivos. Dado que el objetivo principal de un sellador es, precisamente, sellar juntas y conjuntos de elementos; deben contar con suficiente adhesión a los sustratos y resistencia a las condiciones ambientales, todo para permitir una unión duradera a lo largo de la vida útil del conjunto.
Los selladores de silicona cuentan con alta resistencia UV; resistencia a la temperatura; mayor capacidad de movimiento (clase 50- 100); vida de servicio generalmente más larga y continua flexibilidad en el tiempo.
Tecnología sellante. Cuando se aplican selladores a sustratos que tienen diferentes coeficientes térmicos de expansión, o diferente grado de alargamiento al estar expuestos a tensión; es importante garantizar una flexibilidad y elongación suficiente del sellador. Los selladores generalmente contienen material de relleno inerte, que es formulado con un elastómero que proporciona la flexibilidad y el alargamiento requeridos, conforme a las normas y estándares internacionales.
Los selladores elásticos basados en silicón, son ampliamente utilizados en el hogar y el comercio; gracias a sus excelentes propiedades como resistencia química, física y medioambiental. Otra de las aplicaciones de los selladores de silicón, es en juntas entre superficies ensambladas; por ejemplo, en cárteres de aceite, bombas de agua, tapas de válvula y termostatos; así como en un amplio catálogo de equipos utilizados en el sector de automoción.
Selladores de silicón. Como ya se indicó, las siliconas son casi inertes a los productos químicos, teniendo una excelente resistencia a la humedad y la intemperie. Sin embargo, los enlaces hechos con silicón sólo pueden estar sujetos a cargas mecánicas, relativamente pequeñas, razón por la cual se utilizan principalmente como selladores. Los productos de silicón, generalmente requieren un ancho o profundidad de línea de unión (junta), que no sea superior a15 mm, de modo que la humedad se difunda y reaccione con el material en el centro de la unión.
Proceso de curado. A la reacción química que permite que el sellador endurezca se le denomina reticulación, (vulcanización o curado), que consiste en la formación de una red tridimensional, formada por la unión de las diferentes cadenas poliméricas homogéneas. Durante este proceso de reticulación, el sellador libera un subproducto, que dependiendo de la química de curado (donde intervienen cargadores y promotores de adhesión), puede ser ácido (por ejemplo, ácido acético), básico (por ejemplo, amina) o neutral (por ejemplo, oxima o alcohol). La cura completa a través de secciones gruesas de silicón, puede tomar hasta 72 horas. Después de la reticulación, las moléculas adquieren mayor rigidez, ya que los movimientos de relajación se encuentran impedidos. En el caso de los elastómeros, esto ayuda a que las propiedades de resiliencia incrementen.
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