Protección auditiva
Los riesgos laborales dependen de las tareas de cada área. La protección adecuada y las medidas de seguridad deben adaptarse a los riesgos de un trabajo específico.
Esto lo indica la NOM-017-STPS-2008 que establece que todos los centros de trabajo en territorio nacional deberán identificar y analizar los riesgos a los que sus trabajadores están expuestos, de acuerdo con cada uno de los puestos existentes. Por esta razón el sonido alto es un elemento que se debe considerar. Los ruidos de gran intensidad pueden condicionar las complicaciones de ciertos trabajos, tales como ingenieros, soldadores, herreros, o trabajadores que manejen maquinaria pesada. Así, se torna importante el uso de protección para los oídos para reducir riesgos de lesiones internas.
Tapones para oídos: van desde desechables, hechos de algodón e impregnados con cera, hasta tapones de oído reutilizables que se lavan tras cada uso. En la segunda hay algunos que incluyen barboquejo o correa para ajustar. Están diseñados para periodos cortos y niveles de ruido muy bajos.
Estos Equipos de Protección personal (EPP) se complementan con otras medidas, como pictogramas que indiquen las zonas de riesgo donde se deben utilizar.
Protectores para oído: son aparatos más resistentes, construidos como una especie de caparazones, con almohadillas que se adaptan a las orejas. Se conectan por una banda ajustable que se coloca en la parte superior de la cabeza.
Cada uno requiere cuidados especiales. En el caso de los tapones, nunca deben reutilizarse los desechables y deben limpiarse escrupulosamente los reutilizables. Si no se consideran estos rangos de higiene, pueden generar infecciones. Por otra parte los protectores de oídos sustentan su eficacia en el ajuste de la banda: cuando esté rota o floja, deben reemplazarse los protectores. También deben limpiarse periódicamente con un desinfectante suave. En ambos casos, se deben conservar en lugares limpios y secos.
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