Potencia y velocidad en taladros
Un rasgo que determina la diferencia de precios en los taladros, es la potencia. Expresada en watts para los modelos con cable, puede ir de los 450 hasta los 900; y de los 9 a los 20 volts para taladros inalámbricos.
Esta característica define la facilidad con la que se podrá perforar, pero también el ciclo de trabajo del taladro: el tiempo efectivo de uso y el tiempo de descanso necesarios. Los modelos con menos potencia tienen ciclos de trabajo de 15 minutos de uso por 10 de descanso, con máximo de 1 hora de trabajo al día. Los modelos más potentes tienen ciclos de trabajo de hasta 30 minutos de uso por 15 de descanso y un máximo de 3 horas de trabajo al día.
Otro dato relacionado con la potencia, es la velocidad, que a su vez se divide en dos: velocidad de rotación y velocidad de percusión. La primera se expresa en revoluciones por minuto y puede ir de las 800 a las 3,200 rpm. Cuanta más rapidez tenga un taladro, será más eficaz para perforar en materiales resistentes. La segunda, se refiere al número de golpes que un taladro da por minuto, y aunque el mercado ofrece modelos de hasta 4,800, basta con 3,000 golpes por minuto para perforar el hormigón, por poner una referencia.
Generalmente, existen modelos con dos velocidades: una lenta, ideal para perforaciones en madera o metal, y una rápida, ideal para materiales más duros.
El control de velocidad permite iniciar la perforación a velocidad lenta, para reducir el riesgo de que la broca resbale y dañe la pieza de trabajo, para luego incrementar la velocidad conforme avance la perforación. Para los modelos inalámbricos, la potencia depende de la capacidad de sus baterías para retener la carga. Hay baterías de níquel-cadmio (las más antiguas) níquel e hiduro metálico y de ion de litio (las de mayor rendimiento y menor peso). El amperaje de estas puede variar de los 1,1 a 3 amperios/hora de trabajo continuo (a mayor magnitud, mayor duración).
Ciertos modelos cuentan con cargadores “inteligentes” que permiten ver el progreso de la carga y una vez que la batería está completamente cargada, se apagan automáticamente para evitar las sobrecargas que afectan la vida útil de las baterías recargables. También existen baterías que muestran cuánta carga les queda mientras son usadas.