Plomería en zonas de riesgo sísmico
Durante un sismo, las instalaciones de plomería se ven sometidas a una serie de fuerzas que pueden causar daños significativos si no están diseñadas adecuadamente.
Trabajar en áreas de riesgo sísmico presenta desafíos únicos para los plomeros. Más allá de las consideraciones estándar de instalación, es crucial entender cómo los movimientos sísmicos pueden afectar a los sistemas de plomería y qué medidas específicas se deben tomar para garantizar la seguridad y durabilidad de las instalaciones.
Los sismos son impredecibles, pero se pueden mitigar sus efectos conociendo el mapas de riesgo sísmico, que identifican las zonas más vulnerables y el periodo de retorno de los sismos, es decir, el intervalo promedio entre eventos sísmicos significativos. La identificación de peligro sísmico a nivel municipal en México es generada por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) en coordinación con la Dirección de Análisis y Gestión de Riesgos.
En estas zonas, especialmente aquellas con alta actividad sísmica, es crucial implementar medidas de protección en las construcciones, particularmente en los sistemas contra incendio.
El CENAPRED clasifica los 2,465 municipios en zonas de riesgo sísmico según la regionalización sísmica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que categoriza el peligro en cuatro zonas (A, B, C, D), de menor a mayor riesgo.
DAÑOS FRECUENTES POR SISMOS
Las tuberías rígidas, como las de PVC o cobre, pueden romperse si están ancladas en diferentes puntos y son sometidas a tensiones extremas por el movimiento del terreno. Esto es común en edificios de varios pisos, donde el desplazamiento entre niveles genera roturas en las conexiones. Además, los movimientos laterales pueden causar que las tuberías se desplacen o se desconecten, especialmente en las uniones entre materiales diferentes, o en las conexiones a equipos como calentadores de agua. Las fugas también son comunes, ya que las juntas pueden aflojarse o agrietarse, lo que provoca escapes de agua o gas.
Durante un sismo, las instalaciones de plomería pueden sufrir diversos daños debido a las fuerzas que actúan sobre ellas
Los tanques de almacenamiento y calentadores de agua, debido a su peso, pueden volcarse si no están bien asegurados, lo que daña las conexiones y puede causar inundaciones o fugas peligrosas. También, los sistemas de drenaje y alcantarillado enterrados pueden bloquearse o romperse cuando el terreno se desplaza, interrumpiendo el flujo de aguas residuales y provocando posibles contaminaciones del suelo.
ANTI-SÍSMICAS
Una de las primeras líneas de defensa en una instalación de plomería en zonas sísmicas es el uso de conexiones flexibles. Estas conexiones permiten que las tuberías se muevan ligeramente durante un sismo sin romperse. Sin embargo, no todas las conexiones flexibles son iguales. Es recomendable optar por aquellas que están específicamente diseñadas para resistir movimientos sísmicos. Estos conectores suelen estar hechos de materiales como acero inoxidable y están reforzados para soportar esfuerzos tensionales.
¡Te invitamos a disfrutar de más artículos en la revista Todo Ferretería!