Noble e importante oficio de soldadores
Los soldadores cumplen con un óptimo objetivo digno de convertirlos en maestros del oficio y sin duda la labor de soldar va a permanecer delimitadamente. No obstante, hay algunas consecuencias de salud que se deben prevenir por la aspiración del exceso de humo
En todas las partes del mundo se necesitan soldadores, y la mayoría de los lugares necesitan más de los disponibles. Esto hace que ser soldador sea un gran oficio, ya que nunca se quedarán sin oportunidades de trabajo si tienen una ética de trabajo honesta. Incluso si se desata un conflicto bélico mayor, mientras que la mayoría de las personas perderían sus trabajos y podrían verse obligados a aprender un nuevo tipo de trabajo que apoye a sus militares, todos los soldadores pueden continuar soldando, sólo que en un campo diferente.
No obstante, hay una serie de repercusiones en la salud que se deben de tomar en cuenta al momento de soldar, ya que, si no se usan las herramientas correctas para evitar el exceso de humo; puede ser realmente dañino para quien lo respira.
Fiebre de soldador
De acuerdo con una nota clínica de la Revista de Patología, la fiebre por humo de metal consiste en un cuadro agudo, en relación con la inhalación de distintos metales pesados, particularmente el óxido de Cinc (Zn), objetivado en soldadores que trabajan con estos elementos. La prevalencia es desconocida. La aparición de sabor metálico, fiebre, tos, disnea, entre otros síntomas, durante las 4-10 horas posteriores a soldadura con metal, nos deben poner alerta sobre este posible cuadro.
La soldadura de metales se ha relacionado clásicamente con quemaduras cutanéas, lesiones oculares y patología respiratoria, entre otros.
Existen distintos tipos de soldadura. La soldadura heterógena aporta para la fusión de dos elementos un metal con inferior punto de fusión. Este tipo de soldadura se ha relacionado con el Saturnismo (plomo), con el asma profesional y neumonitis por hipersensibilidad en relación con la colofonia, derivado de resinas y utilizado para limpieza de los metales a soldar. La soldadura autógena aporta un metal con idéntico punto de fusión de los elementos a trabajar. En este grupo, se distingue la soldadura con arco eléctrico, con la que se ha relacionado la fiebre por humo de metal y cierto grado de riesgo cancerígeno por cromo, niquel y amianto.
No obstante, cabe destacar que si te identificas con alguno de estos síntomas, es necesario realizarse estudios amplios sobre la fiebre por humo de metal, para profundizar en diversos puntos aún no resueltos; prevalencia, susceptibilidad individual y fisiopatología, entre otros aspectos.
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