Mantenimiento del tanque de gas
El mantenimiento constante de un tanque estacionario es importante para asegurar que cuenta con un buen estado y cumple de manera adecuada su función, sin que sea un riesgo para el usuario y su comunidad.
Es necesario examinar que el tanque estacionario que se va a instalar esté en buenas condiciones, es decir, pintando en su totalidad, sin señales de corrosión, daños o reparaciones; también, habrá que asegurarse del correcto funcionamiento de todos sus componentes.
Un tanque estacionario tiene un promedio de vida de 8 a 10 años, sin embargo, dada la exposición a la intemperie, lo que aumenta el riesgo de corrosión y daños en su estructura y componentes, y también a la falta de mantenimiento, dicho rango puede disminuir.
La principal ventaja de contar con un tanque estacionario es que brinda mayor seguridad y por tanto tranquilidad al usuario, debido a que se encuentra fijo y al aire libre.
Por ello, es necesario supervisar constantemente el buen funcionamiento del tanque, para asegurar que aún es seguro utilizarlo. Entre los cuidados y consejos que habrá que seguir para alargar la vida útil del tanque estacionario, se encuentran:
- Evaluar el funcionamiento de todos los componentes al menos una vez al año y substituirlos cuando se requiera.
- Reemplazar las válvulas que componen el tanque entre los 2 y 5 años de uso como máximo.
- Corroborar que el suministro de gas no rebase el 80 % de la capacidad del tanque en cada carga.
- Revisar la pintura anticorrosiva del tanque y retocar cuando sea necesario; al menos cada 5 años, es recomendable pintar el tanque del color original.
- Reponer el tanque cuando presente alguna fuga, óxido corrosivo o señal de abolladuras, aunque no se hayan cumplido 10 años de uso.
- Instalar un protector para el tanque, que impida la exposición a la lluvia y los rayos del sol, pero sin comprometer la ventilación.
- Evitar el contacto con la micción de las mascotas.
- Cambiar el tanque por uno nuevo al cumplirse su fecha de vencimiento (10 años).