Mantenimiento de la ducha
El agua dura puede producir depósitos de calcio y magnesio que obstruyen la cabeza, reduciendo el flujo y cambiando los patrones de rociado.
Para descalcificación, pueden ser utilizados diversos productos químicos ácidos o cepillos; algunos cabezales tienen los orificios construidos en un material flexible, similar a la goma que se puede descalcificar manualmente. Un remedio casero es la inmersión del cabezal en una solución de agua y vinagre durante un rato, ya que el vinagre es capaz de disolver la cal.
Para que las duchas –y tambien los grifos–, conserven ese brillo y apariencia de nuevo, es importante seguir ciertas recomendaciones de mantenimiento con los productos de limpieza adecuados: Para lavar o limpiar la pieza no debe aplicar detergentes que contengan ácido clorhídrico, fórmico, acético o fosfórico; ni mezclar diversos tipos de detergentes y mucho menos utilizar abrasivos.
Se sugiere sumergir la grifería en una solución de jugo de limón por un período de tiempo máximo de 10 min, después enjuagar al chorro de agua. La limpieza debe ser realizada según la dosificación y tiempo de actuación. Es importante ejercer una limpieza periódica para evitar depósitos de cal. Después de la limpieza aclarar con suficiente agua para eliminar restos de detergente. No utilizar limpiadores a vapor, las altas temperaturas pueden dañar los productos. Tome en cuenta que, en las superficies ya dañadas, la acción del detergente incrementará el desgaste de estas.
Temperatura del baño
A todos nos encanta una ducha caliente al final de un largo día, pero aunque se siente bien, el agua caliente no es el mejor amigo de nuestra piel. La piel humana es un órgano muy sensible, por lo que la temperatura del agua debe ajustarse de forma correcta e individual. Mientras que el vapor caliente ayuda a abrir nuestros poros, el agua caliente quita de nuestra piel sus aceites naturales y conduce a la piel seca y con picazón.
Con el tiempo, el uso repetido de agua caliente puede incluso causar enfermedades como el eccema, la psoriasis y la caspa. El calor excesivo también causa una caída en la presión arterial que, si es demasiado extrema, puede provocar mareos. Alternativamente, el agua fría tiene muchos beneficios para la salud ya que cierra los poros y las cutículas de su cabello, lo que ayuda a retener la humedad y crea un cabello más brillante y una piel más suave. La mayoría de los médicos recomiendan mantener la temperatura a menos 41 grados centígrados.
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