Limpieza y protección para luminarias
Las luces de terraza y patio requieren un mayor nivel de protección, debido al hecho de que a menudo se camina y se lava a chorro.
GRADO DE PROTECCIÓN
Existe un código que establece el grado de protección de las luminaria, estamos hablando del número IP, que expresa su grado de protección contra agentes externos como humedad o polvo. Por norma, esta clasificación debe estar claramente indicada en focos, lámparas, proyectores, tubos, tiras, etcétera.
IP son las siglas de “Ingress Protection”. El código IP se define según el grado de protección de la carcasa contra la entrada de cuerpos extraños y agua. Una clasificación IP básicamente les dice a los usuarios qué tan bien protegida está la lámpara contra la humedad y otros cuerpos extraños como la suciedad. Este estándar siempre tiene que estar indicado en todo tipo de luminaria.
El código siempre se indica con las iniciales “IP” seguidas de dos dígitos. El primer dígito indica el nivel de protección contra objetos sólidos que tiene una fuente de luz en particular, mientras que el segundo dígito indica qué tan resistente al agua es la luminaria. Cuanto más altos sean los dígitos, más protección tiene la fuente de luz. Ambos dígitos tienen relevancia para la iluminación exterior, por lo que deberá tener en cuenta ambos al elegir su iluminación.
LIMPIEZA DE LAS LUMINARIAS
La limpieza y mantenimiento de las luminarias es otro aspecto muy importante de nuestro sistema de iluminación exterior, logrando con ello hasta un 20% de ahorro en el consumo de energía. La acumulación de polvo en lámparas fluorescentes, focos o halógenos, disminuye en gran medida su luminosidad, con el consiguiente desperdicio de energía. Por ello, es fundamental realizar al menos una vez al año una correcta limpieza de las luminarias y de sus accesorios.
Para llevar a cabo la tarea de limpieza se debe actuar con precaución, utilizando los equipos de protección personal y las herramientas adecuadas, para evitar cualquier accidente. Si la lámpara estuvo en uso, debemos esperar siempre a que ésta se enfríe para evitar quemaduras y también de que estalle el foco o bombilla. Fuera de la carcasa o soporte se debe limpiar con sumo cuidado, con un paño suave, hasta eliminar completamente la suciedad. Por supuesto, antes de volverla a colocar y encender la lámpara, se debe esperar a que esté completamente seca.