La presión de las llantas
Para mantener los neumáticos en buen estado después de un periodo de inactividad vehicular, verifica la presión mensualmente, especialmente en invierno.
Por cada cambio de temperatura de 10 grados, los neumáticos pueden perder una libra de presión, lo que afecta su desgaste y eficiencia.
Los neumáticos poco inflados generan calor extra, dañándolos y afectando el consumo de combustible.
Utilizar un medidor de presión y seguir las especificaciones de inflado del manual del propietario o la puerta del conductor es crucial para prolongar su vida útil.
Además de mantener una presión adecuada, es esencial prestar atención a la alineación y el balanceo de los neumáticos. Después de un periodo prolongado de inactividad, la alineación puede verse afectada, lo que contribuye al desgaste irregular de los neumáticos.
Un balanceo deficiente también puede provocar vibraciones indeseadas y un desgaste prematuro.
Programar una inspección de alineación y balanceo después de la inactividad prolongada garantiza un desempeño óptimo de los neumáticos y contribuye significativamente a la seguridad y eficiencia del vehículo.
Además de mantener una presión adecuada, es esencial prestar atención a la alineación y el balanceo de los neumáticos. Después de un periodo prolongado de inactividad, la alineación puede verse afectada, lo que contribuye al desgaste irregular de los neumáticos.
Un balanceo deficiente también puede provocar vibraciones indeseadas y un desgaste prematuro.
Programar una inspección de alineación y balanceo después de la inactividad prolongada garantiza un desempeño óptimo de los neumáticos y contribuye significativamente a la seguridad y eficiencia del vehículo.
Además, considera realizar una rotación de neumáticos para garantizar un desgaste uniforme y prolongar la vida útil de tus neumáticos. Esta práctica simple pero efectiva puede marcar la diferencia en el rendimiento general de tus neumáticos y, por ende, en la seguridad y eficiencia de tu viaje.