La belleza natural impone
La belleza natural en las obras arquitectónicas impone, así como su visibilidad estética en diferentes espacios. Por ejemplo, las maderas claras están de moda y el arque, el roble blanco y el encino otorgan modernidad
El creciente interés por la madera en los últimos años se interpreta por muchos arquitectos como un regreso al post modernismo y un renacimiento de la artesanía en este contexto; donde los patrones, los colores y las formas propias de la madera, junto con las composiciones creativas que con ésta se realizan, proponen entornos relajantes, pero al mismo tiempo elegantes, desafiantes e inspiradores; que posibilitan la consolidación de ambientes perfectos para múltiples actividades.
En aplicaciones arquitectónicas, algunas maderas son ideales para el aislamiento y acondicionamiento acústico; otras para marcos estructurales, paredes, pisos y techos; mientras que otras para diseño de muebles y decoración. El grano, color y apariencia determinan su estética.
Las maderas claras están de moda, por ejemplo, el arce, el roble blanco o el encino se prestan muy bien para lograr los estilos escandinavo y moderno.
Y ya que lo natural está de moda, es recomendable dejar que la belleza original brille con un acabado de capa transparente o aceite.
Todos los detalles al interior y exterior de la casa, buscarán llevar la experiencia de vivir en nuestra mejor versión posible, donde, además de poder dar al inmueble un toque personal de elegancia y autenticidad; lograremos hacerlo cómodo y eficiente, consiguiendo satisfacer todas nuestras necesidades.