El grosor importa
Uno de los factores más importantes para obtener el tipo de corte o abrasión correcta en el material que trabajemos, es el grosor del disco.
Como una regla general podemos decir que cuanto más delgado sea el disco, más rápido y preciso será. Esta precisión permite que usemos menos material, se trabaje a una temperatura más baja y se produzcan menos chispas. Durante mucho tiempo, el grosor estándar de los discos de corte abrasivos fue de 3 mm. Se pensaba que esa medida era lo suficientemente gruesa como para resistir el esfuerzo lateral, además de producir cortes eficientes.
Sin embargo, la tecnología ha permitido que el grosor del disco se haya reducido de 3 mm a menos de 1 mm. Esto implica que actualmente exista una mayor variedad de discos abrasivos de corte disponibles en el mercado y una mayor flexibilidad para que el usuario logre el acabado deseado. La seguridad también ha mejorado con el tiempo pues las redes usadas en la fabricación de los discos que impiden que el disco se fragmente, llegan a ser incluso tres, dependiendo del fabricante.
La seguridad personal debe ser la prioridad en todo momento a la hora de manipular o manejar un disco de corte.
Aunque cuentan con la capacidad de cortar materiales extremadamente gruesos, los discos de corte también pueden romperse o fracturarse si se manipulan de forma incorrecta. Antes de ponerlo a funcionar, el operador debe asegurarse que el disco no presente astillas o grietas. Un disco en uso giran a una velocidad de 80 metros por segundo -mucho más rápido que las ruedas de cualquier automóvil convencional- lo que nos da una idea de lo peligrosos que pueden ser. Si no se está seguro de que el disco se encuentra en buenas condiciones, sustitúyalo por uno nuevo.
Otro factor a considerar en la seguridad con la que podemos operar un disco abrasivo de corte, es la fecha de vencimiento o caducidad. Este dato suele no tomarse en cuenta, pero es muy importante: el proceso de fabricación de un disco consta de unir diversos tipos de materiales que se mantienen unidos utilizando un químico. Este químico aglutinante tiene una vida útil y una vez transcurrida, comienza a descomponerse, lo que pone en riesgo la firmeza misma del disco.