Del offshoring a nearshoring
En un mundo tan globalizado es necesario que las empresas estén actualizadas con las nuevas estrategias que surgen, de esta manera podrán garantizar la eficiencia y disminuir los riesgos
El crecimiento económico está íntimamente relacionado con la optimización del uso de los recursos naturales y humanos. La disponibilidad de recursos naturales en un país sugiere, en teoría, que su economía será más fácil de desarrollar.
En consecuencia, el desarrollo económico ahora necesita más creatividad e innovación; aumentando la competitividad de las industrias avanzadas, aumentando su eficiencia y gestionando los riesgos de inversión, además, claro, de recursos humanos altamente calificados.
En los países del mundo, el desarrollo económico sostenible enfrenta desafíos impuestos por la globalización y la competencia feroz.
La resistencia al cambio es condición humana innata, pero eso no significa que no podamos superarla; más aún cuando en el horizonte se presentan nuevas tendencias, que hasta hace poco eran parte de la ciencia ficción, pero que ahora están más cerca que nunca de afectar nuestras vidas y nuestros negocios, como es el metaverso y las redes sociales descentralizadas.
Ahora es más claro que el intenso proceso de globalización, que inició desde la época de la caída del muro de Berlín, está cediendo a una clara regionalización de las economías. Y es que las tendencias tecnológicas, demográficas y geopolíticas buscan profundizar los lazos regionales. Así, y frente a una nueva configuración del mapa geopolítico y económico, México tiene la oportunidad de lograr una mejor participación en la economía internacional.
En las últimas décadas, el fenómeno de la deslocalización, ha sido una estrategia de trasladar la producción a proveedores en países distantes de menor costo (offshoring), como sucedía hasta hace poco con Asia, que ahora ha perdido su atractivo debido a los conflictos geopolíticos. Como resultado, cada vez más fabricantes están considerando la opción de trasladar esos eslabones de su cadena de suministro global, a países más cercanos a su base de operaciones (nearshoring). En consecuencia, trasladar las operaciones a México se ha convertido en la opción preferida por los fabricantes estadounidenses y de la región.
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