Corrosión Acelerada de Tuberías
El uso de agua tratada puede afectar las tuberías de cobre debido a su composición química, provocando corrosión, fugas y menor vida útil.
El agua tratada es fundamental para el consumo humano, la industria y diferentes procesos domésticos. Sin embargo, su paso por tratamientos físicos, químicos o biológicos puede modificar su composición natural. Estos cambios, aunque hacen que el agua sea más segura para ciertos usos, pueden tener efectos negativos en materiales como las tuberías de cobre, aumentando el riesgo de corrosión, fugas y contaminación del agua.
La corrosión en tuberías de cobre ocurre cuando sustancias presentes en el agua tratada reaccionan con el metal.
Factores como la presencia de cloruros, un pH bajo o una alta concentración de oxígeno aceleran este proceso, provocando picaduras y debilitamiento estructural. Con el tiempo, la tubería pierde resistencia, reduciendo su vida útil y generando costos de reparación.
Además, la corrosión interna disminuye el flujo de agua, afecta la presión hidráulica y puede desprender partículas metálicas que alteran la calidad del agua potable, poniendo en riesgo tanto la infraestructura como la salud de los usuarios.
El uso de agua tratada es indispensable, pero es importante comprender su impacto en las tuberías de cobre. Una evaluación periódica, el uso de recubrimientos protectores o materiales alternativos, y el control de parámetros como pH y cloruros pueden prevenir daños graves. Al cuidar la infraestructura hidráulica se asegura un suministro confiable, duradero y seguro de agua potable.