Concreto autorreparable
Como sabemos el concreto tiene propiedades que lo hacen inconfundible, sin embargo, gracias a la tecnología ¿será posible un cemento que dure más de 100 años? En este artículo te explicamos
La mezcla de concreto se compone de agregados y pasta. Los agregados son arena y grava o piedra triturada; la pasta es agua y cemento. De la unión de todos estos elementos nace el concreto u hormigón, como se le conoce en España. En general, una mezcla tiene en volumen aproximadamente 10 a 15% de cemento, 60 a 75% de agregados y 15 a 20% de agua. Las burbujas de aire atrapadas en muchas mezclas de concreto también pueden ocupar otro 5 a 8%.
Las juntas de construcción en una estructura de concreto, representan un punto vulnerable en la estructura, ya que a menudo el agua encontrará en este punto su camino hacia adentro y hacia fuera.
Cabe destacar que el concreto tiende a fortalecerse con el paso del tiempo; por ello, es una opción frecuente en todos los ámbitos de la construcción. Su endurecimiento y resistencia se deben al proceso de hidratación, que es el causante de la formación de la mezcla de concreto. Sin embargo, este proceso de endurecimiento continúa en desarrollo, lo que significa que el concreto seguirá incrementando su rigidez a lo largo de los años.
El concreto ha marcado una tendencia en la industria de la construcción, es uno de los elementos básicos en las estructuras modernas.
El carácter del concreto está determinado por la calidad de la pasta. La resistencia de la pasta, a su vez, depende de la relación de agua a cemento. La relación agua-cemento es el peso del agua de mezcla dividido por el peso del cemento. El concreto de alta calidad se produce al reducir la relación agua-cemento tanto como sea posible. En general, el uso de menos agua produce un concreto de mayor calidad, siempre que el concreto esté colocado, consolidado y curado adecuadamente.
La mayoría de las estructuras de concreto tienen una vida útil de 50 ó 100 años. Pero, lamentablemente, nos encontramos con que muchas de las estructuras actuales no están a la altura de las expectativas. Lo cierto es que el deterioro prematuro de la infraestructura de concreto es uno de los grandes costos ocultos de nuestro tiempo. Se dice, con argumentos bien fundamentados, que todo lo malo que le pasa al concreto se debe al agua. El agua transporta contaminantes químicos al concreto, pudiendo erosionar la superficie, corroer el refuerzo de acero y contribuir a reacciones expansivas y disruptivas, entre otros daños.
La industria de la construcción tiene ante sí uno de los avances tecnológicos más importantes. Se trata del concreto autorreparable, un material que, gracias a una enzima, proveniente de la sangre humana, puede autorepararse sin la intervención de ninguna persona. La investigación de este producto, publicada por el Worcester Polytechnic Institute, describe también que el concreto autorreparable será más económico en todos los sentidos, pues no necesita intervención humana y su vida útil es mucho más prolongada.
