Calidad y resistencia del concreto

De las características del cemento, así como de un buen procedimiento de mezcla, dependerán la calidad y la resistencia del concreto

El concreto en sí mismo puede clasificarse en diferentes tipos. Algunas de sus propiedades benefician cierta clase de trabajos, por lo cual es importante conocerlas para seleccionar los mejores. Una de las características más importantes para clasificar el concreto es su consistencia, según la cual se desarrollan diversas tareas:

Fluido: Este tipo de concreto se utiliza en para rellenar o en estructuras con abundante acero de refuerzo. Es especialmente fácil de colocar, por lo que facilita las operaciones de bombeo y propicia el ahorro de mano de obra. Es resistente a la compresión, tanto como los demás tipos de concreto.

Convencional: Es el tipo de concreto que se utiliza en la mayor cantidad de obras. Se caracteriza por su consistencia, capaz de adecuarse a diversas estructuras. Su revenimiento oscila entre los 2.5 y los 19 cm, por lo que se puede considerar un concreto semifluido o plástico.

Masivo: Este concreto implica colados en gran dimensión. Implica un ahorro en materia prima y también en la mano de obra. Además, presenta un bajo desarrollo en el calor de hidratación. Revenimiento entre 2.5 y 5 cm.

Sin revenimiento: Para métodos de colocación fuera de los convencionales existe este concreto especial. Se utiliza en la industria del concreto premezclado, para estructuras que requieran características especiales. Por ello, su resistencia a la compresión es de 150 kg/ cm2. Implica un bajo consumo de cemento y facilita las operaciones de colocación.