Bondades del CPVC
Las marcas líderes de CPVC en el mundo han evolucionado sus compuestos para brindar una vida útil de 50 años, se recomienda siempre vigilar qué garantías ofrece cada fabricante y de esta manera elegir correctamente.
Al contar con superficies suaves y considerando su compuesto, las tuberías de CPVC, aseguran muy bajas pérdidas de presión por fricción, además no se oxidan ni ven reducido el diámetro interno de sus paredes por lo que pueden mantener el mismo caudal inicial para toda su vida útil. Son materiales inertes y se caracterizan por su alta resistencia a la corrosión, a los ataques químicos por soluciones salinas, ácidos, alcoholes y muchos otros químicos, lo cual las hace susceptibles inclusive de aplicaciones en procesos industriales. Es importante también decir que no trasmiten ningún sabor u olor, ni reaccionan con los fluidos que conducen.
Las tuberías de CPVC son elásticas y durables, tienen una buena resistencia a la tracción, al impacto y no requieren mantenimiento alguno, considerando inclusive sistemas de protección contra incendio, según se confirma en la normatividad vigente.
Por su parte, algo que agradecen los instaladores profesionales al CPVC es su ligereza, lo cual lo hace fácil de transportar y manipular al momento de la instalación. En cuanto a los costos indirectos, esos que no siempre se toman en cuenta pero siempre hay que cubrir, el CPVC no requiere de ninguna herramienta de instalación costosa como lo son las termofusoras, juegos de dados, sopletes, los tanques de gas, los consumibles (gas), las plantas generadoras de energía, etc. reduciendo así de forma dramática los costos de equipamiento para los profesionales de la instalación, y al mismo tiempo, minimizando los riesgos que estos corren con potenciales lesiones generadas por fuentes de electricidad y/o calor.