Aspersores y difusores
El sistema de aspersores se basa en la aplicación del agua en forma de lluvia, a través de mecanismos giratorios, sobre la totalidad de la superficie.
Los difusores carecen de elementos móviles y el arco de riego se regula desde la boquilla de salida del agua. En ambos sistemas el agua es conducida a presión a través de una red de tuberías, hasta los elementos encargados de dispersarla. Una vez en el suelo el agua se infiltrará hasta capas más profundas. El riego del jardín implica un uso eficiente y responsable del agua, un riego adecuado se puede conseguir con medidas como el diseño y delimitación de zonas con requerimientos hídricos similares, con siembra de especies que no requieran gran cantidad de agua; la utilización de aguas residuales y la búsqueda de mejora de las propiedades del suelo para la retención e infiltración de agua.
Todo sin perder de vista incurrir en consumos excesivos del líquido y la supervivencia de la vegetación. Algunas medidas que se pueden tomar para disminuir la aplicación de agua son el empleo de antitranspirantes pulverizados sobre las plantas para disminuir su transpiración; el riego profundo y espaciado que disminuye la evaporación y la realización de podas.
1.Movimientos
Los aspersores realizan movimientos rotatorios que humedecen una zona más o menos circular de 0 a 360°. Existen modelos de aspersores regulables en los que el ángulo de giro puede variarse.
2.Riegos ligeros
Pueden ser utilizado en suelos que exigen riegos cortos y frecuentes. Es un método muy útil en las primeras fases de desarrollo de las plantas, donde son necesarios riegos ligeros pero frecuentes.
3.Complicaciones
Una vez que el agua sale del aspersor queda a merced de las condiciones climáticas, donde el viento puede distorsionar la trayectoria del chorro de agua y ambientes cálidos y secos pueden evaporar las gotas de éste.
Materiales de los aspersores
Aluminio. Este material es liviano, no se oxida y es resistente a los cambios de temperatura. Por sus características anticorrosivas es muy recomendable para zonas cercanas al mar y terrenos calcáreos. También es resistente a las posibles mordidas de mascotas.
Latón. Al igual que el aluminio, no se oxida, tiene gran resistencia a los cambios de temperatura y no se deforma con posibles mordidas de animales. Su durabilidad es aún mayor que el aluminio.
Zamak. Para evitar oxidaciones y prolongar su vida útil incorporan un tratamiento protector. Al igual que el aluminio y el latón resisten las mordeduras de las mascotas. Como es un material más pesado, es una buena opción en zonas de mucho viento.
Plástico. Son más ligeros y económicos (ABS Y PVC). Para resistir los efectos de la intemperie y del sol incorporan tratamientos especiales. Su durabilidad está condicionada por la calidad del plástico y los tratamientos que incluya.
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