3 consejos para lograr morteros de calidad

Según Rubén Durán de albañiles.org se deben de tomar en cuenta las siguientes técnicas para tener un mortero con la mezcla y características de calidad 

Para pegar piezas de mampostería, revestir paredes, aplanar superficies y lograr acabados finos es recomendable un mortero, además es utilizado para llenar y sellar los espacios irregulares entre ellos, distribuir su peso de manera uniforme y, a veces, para agregar colores o diseños decorativos a las paredes de mampostería.

El mortero es más fácil y menos costoso de reparar que los bloques de construcción

Como sabemos un mortero posee diferentes consistencias dependiendo de su preparación, este nos ayuda principalmente como un componente más débil que los bloques de construcción, operando como elemento de sacrificio en la mampostería. Esto es así porque el mortero es más fácil y menos costoso de reparar que los bloques de construcción. Una de las creencias generacionales es que cuanto más fuerte sea el mortero, mejor; sin embargo, si el mortero instalado es más fuerte que las unidades de mampostería, hará que la mampostería más blanda se astille y se agriete. A continuación te presentamos algunas recomendaciones de Rubén Durán de albañiles.org.

• Lo primero que debe entenderse al mezclar el mortero, es que la mezcla debe ser constante y usarse en las mismas cantidades o materiales cada vez que se lo prepara; en otras palabras: cada mezcla que se haga debe ser idéntica a la anterior. Si no, las distintas masas se secarán a diferentes velocidades, y probablemente terminarán agrietándose.

Mampostería se refiere a múltiples piezas de distintos materiales, tamaños y formas, que apiladas una sobre otra en conjunto constituyen un elemento vertical

• Otra recomendación es mantener las proporciones de la mezcla no sólo atañe a la arena, el cemento, la cal y otros materiales; sino también a la cantidad de agua que debe usarse, ya que cuando ésta se agrega, se inicia el proceso de curado del mortero. Si se coloca demasiada agua es posible que el mortero resultante quede demasiado disuelto y débil, por lo que corre el riesgo de sufrir retraimiento, además de pérdida de resistencia a la compresión.

• Y finalmente, las condiciones climáticas constituyen otro factor que puede plantear problemas durante la elaboración y aplicación del mortero, sobre todo si se trata de trabajos realizados en el exterior. Por ejemplo, si se prepara la mezcla en invierno cuando la temperatura ambiente es inferior a -5° C, es altamente probable que el agua se congele, haciendo que falle todo el material.

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