Tipos y materiales en coladeras
La forma de las coladeras para baños o duchas, es el punto crucial que los profesionales en el ramo consideran en la selección de una pieza; ya sea fabricadas con acero inoxidable, hierro fundido o polipropileno de acuerdo el espacio.
En primer lugar, está el proceso de selección de una coladera. De hecho, este paso es muy importante, dada la variedad de ámbitos y de diseños que hoy en día presentan las coladeras. En la medida en que se elija un diseño que se adapte a las circunstancias, se obtendrán mejores resultados en el momento de uso. Así pues, debe comenzarse por establecer el lugar en el que la coladera se desempeñará. Las condiciones de una coladera doméstica no se comparan con las de uso exterior (como en patios o azoteas), ni mucho menos con las de uso industrial. Cada una requerirá materiales y disposiciones para que el sistema de drenaje fluya apropiadamente.
Las coladeras se dividen principalmente en dos tipos: interiores y exteriores, y en cada zona hay algunas diversificaciones. De ese modo, podemos destacar algunas características que requieren las coladeras en ciertos lugares, para que su desempeño sea el mejor.
Coladeras para baño y regadera: se trata de las coladeras de interiores más comunes. Existe una gran variedad de ellas, con diferentes gamas de precios. Por la importancia de la sanidad de estos lugares, la mayoría de las coladeras de este tipo cuenta con céspol integral, el cual genera un sello hidráulico con el que se evita la salida de malos olores.
Coladeras para cocina: También dentro de las coladeras para interiores encontramos a las de cocina. Este tipo de coladeras son las que se integran en los lavabos; en muchas ocasiones cuentan con sistemas de rejillas para impedir el paso de desechos sólidos.
Coladeras para patio o jardín: Ahora bien, en cuanto a las coladeras de exteriores podemos señalar las zonas del patio o del jardín. El material más común para este tipo es el hierro fundido. Usualmente no se utilizan sistemas especiales para bloquear la entrada de plagas y ratones. Sin embargo, como pueden encontrarse en distintos puntos del suelo, el flujo suele ser horizontal y no vertical.
El material que compone un elemento como las coladeras para baños o duchas, es el punto crucial en su selección.
De acero inoxidable. Este producto es fabricado para resistir la corrosión, adaptado fácilmente en distintas formas que le permite abarcar espacios de diferentes tamaños. El acero inoxidable hacen de estas coladeras una pieza duradera, aunque conlleva un costo elevado y un proceso de fabricación especializado por su elemento.
De hierro fundido. Las cualidades anticorrosivas y resistentes del hierro fundido en coladeras permiten que este producto mantenga un costo menor al acero inoxidable, pero un peso considerable. Gracias a su resistencia a la oxidación ofrece un tiempo de vida de más de dos años, sin perjudicar su funcionamiento.
Galvanizadas. Estas piezas se fabrican por medio de un proceso de galvanización, como dice su nombre, que deposita una capa de zinc al hierro a través de un baño electrolítico, que le da un aspecto más elegante y una protección extra. Actualmente, las coladeras galvanizadas son la opción más económica del mercado, aunque cuentan con una resistencia a la corrosión similar a las coladeras de acero inoxidable o latón.
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