La evolución de lámparas y focos

Hay un largo camino desde la clásica bombilla hasta las lámparas LED. Los primeros fueron los incandescentes, bombillas que sufrían calentamiento al iluminar. La lámpara halógena se inventó para sustituir a la incandescente, en 1940. A la par de ésta, se inventaron las lámparas fluorescentes, que se fabricaban con tubos de vidrio con filamentos de tungsteno. Producían la misma luminosidad, pero tan sólo consumían 12 W. A finales de siglo XX se inventa la LED, un emisor de luz que funciona a bajos voltajes y potencias. Su eficiencia supera las fluorescentes y ofrecen mayor luz con menos energía.

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