La acometida eléctrica
La instalación eléctrica se integra, principalmente, de conductores y artefactos que permiten acceder al fluido eléctrico de forma eficiente y segura en un inmueble. El proveedor de energía eléctrica establece los parámetros para ejecutar la acometida eléctrica, el punto de suministro de este importante fluido.
El término acometida también se utiliza para referirnos al punto en donde un proveedor establece el suministro de gas, agua y, por supuesto, energía eléctrica a un inmueble. Dependiendo del uso y las características de este, estaríamos hablando de instalaciones eléctricas residenciales, comerciales o industriales. El cableado eléctrico conecta e interactúa con interruptores, enchufes, equipos, sistemas de iluminación, electrodomésticos, medidores, fusibles y pastillas electromagnéticas. Realmente existen varias formas de ejecutar estas conexiones; sin embargo, lo más importante es que la instalación brinde un servicio eficiente por mucho tiempo, en las condiciones más seguras para los usuarios.
La energía eléctrica ingresa al inmueble por la acometida y luego va a un centro de carga que proporciona control de circuito y brinda protección contra sobre corrientes. La energía se distribuye desde el centro de carga a varios circuitos derivados para iluminación, electrodomésticos y enchufes eléctricos. Se requiere una planificación cuidadosa para que el sistema de distribución suministre de manera segura y eficiente, el servicio eléctrico adecuado para las necesidades presentes y futuras. Algunos de los elementos esenciales de la instalación son la acometida, el centro de carga, medidor eléctrico, pararrayos y cable de tierra.
La acometida eléctrica
Se entiende por acometida la conexión que hay entre el sistema de distribución general del proveedor eléctrico y la instalación que hay en una casa, oficina, comercio, taller o industria. Incluyen instalaciones de derivación que canalizan la energía eléctrica desde la red de distribución, hasta el centro de carga de protección del inmueble.
Las acometidas se clasifican de diversas formas dependiendo de su tipología y de las necesidades de la conexión, como el tipo de tensión o su forma. Según la tensión, la acometida será diferente si se trata de una instalación de baja tensión, entre 127V y 550V; o si se trata de una instalación de media tensión, de 5kV hasta 40kV. Según la forma de acometida, podrá hacerse una acometida aérea cuando los cables del suministro se introducen por la parte superior del edificio o construcción; o una acometida subterránea, para llevar los cables hasta el interior de la construcción por debajo de la misma, desde un registro subterráneo de la red de distribución.
En todo caso, cualquier tipo de acometida tendrá que contar con los componentes adecuados para realizar la instalación, tanto del lado del suministro como del lado del usuario. Desde el lado de suministro se requiere un punto de alimentación, conductores, ductos, tablero general de acometida, armario y puesta a tierra externa. Éste es el proceso más complicado de la instalación, puesto que en el lado del usuario sólo se requiere un interruptor general y la puesta a tierra interna.
Los ingenieros, arquitectos o técnicos electricistas, deberán elaborar una previsión de carga que defina el grado de electrificación para cada vivienda o local. Esta estimación es necesaria para dimensionar la capacidad de la infraestructura general del edificio. La previsión de cargas se realiza también con el objetivo de asegurar que la demanda de suministro para cada vivienda pueda ser cubierta sin necesidad de ejecutar obras de adaptación posteriores en la instalación. La previsión de cargas se realizará considerando elementos tales como el número de viviendas, el tamaño de cada una o el equipamiento eléctrico instalado. Por ejemplo, se considerará un grado de electrificación elevada en pisos en los que esté previsto instalar equipos de aire acondicionado o un sistema de calefacción eléctrica.
¡Conoce el artículo completo en nuestra edición de enero!
