Clasificar los clavos

Publicado en: | 30 abril, 2020

Para clasificar los clavos se utilizan criterios muy sencillos, pero la variedad de los mismos da origen a una diversidad de clavos con pequeñas modificaciones, que permiten tareas diferentes y contra distintos tipos de materiales.

Los clavos se fabrican con acero al carbón en su mayoría, pues no implica grandes gastos de producción y sí producen un buen grado de resistencia al enfrentarlo contra distintas superficies. De cualquier modo, también existen clavos que se fabrican con otros materiales, tales como aluminio, latón, hierro o cobre.

monton-clavos-metalicos

Por otro lado, los factores que sí determinan una gran diferencia en la clasificación de los clavos son el diámetro de la cabeza y del cuerpo, el acabado y la longitud de los mismos. El último factor no implica mayor problema, ya que sólo indica el grado de penetración necesario y es una característica que se toma en cuenta hasta en las tareas más comunes.

diametro

Diámetro: Con la medida del vástago se determina el calibre: mientras menor es el número, más grueso el vástago. Los vástagos lisos son los más comunes y versátiles para el uso diario. Los de púas y de rosca tienen más poder de sujeción. Los clavos anillados hacen lo mismo, pero están diseñados para materiales suaves o de densidad media. Los vástagos estriados generalmente son exclusivos de los clavos de mampostería y tienen un fuerte poder de fijación al tiempo que evitan las grietas.

clavx

La forma y las condiciones de las partes en el clavo se combinan con las distintas medidas de diámetro y grosor para determinar el uso más adecuado.

Acabado: Con el fin de prevenir el proceso de oxidación en los clavos, se pueden utilizar distintos acabados en su superficie. También es cierto que los clavos sin acabado son frecuentes en el mercado, y representan la opción más económica, pero también generarán un proceso de oxidación más rápido. El galvanizado, o recubrimiento con zinc, es la mejor manera de prevenir la corrosión de los clavos.

monton-clavos

Mientras mayor sea la exigencia industrial para el clavo, también será mayor la necesidad de un acabado para su protección.

Por último, hay que destacar la importancia de las distintas puntas en los clavos, pues pueden añadir mayor fijación o penetración ante distintos materiales. Las puntas en diamante largo son más afiladas y están diseñadas para clavar, mientras que las puntas romas reducen las posibilidades de partir los materiales, pero son más difíciles de clavar. Todas estas características se expresan con mayor detalle en la NMX-B-CANACERO-2018, en donde se explican los requerimientos de calidad y los métodos de prueba en la fabricación de clavos.

Nuestra edición de mayo tiene más artículos de interés para ti. 

suscripcionbanner