Aplicación de cementos disolventes

Uno de los errores comunes que suelen persistir en los trabajos de plomería de acuerdo a los técnicos expertos, se presenta en la aplicación de cementos disolventes para la unión de tuberías. Un problema que se compone de varias fallas por la incorrecta aplicación del cemento en las superficies.

El uso de un cemento disolvente puede presentar algunas complicaciones por la falta de conocimientos u experiencias de su aplicación, ya sea por utilizar este material cuando tenga un secado parcial o completo antes del montaje de la junta, o tal vez al usar un cemento parcialmente “fibroso” haciéndolo incapaz de actuar en la disolución de las paredes del tubo o conexión.

Otras condiciones externas a la aplicación del producto también perjudican la labor del plomero, como la inadecuada limpieza, la preparación de la superficie, condiciones climáticas adversas por el exceso de humedad, calor o frío, y una de las más comunes en la unión de tuberías es la inadecuada selección del cemento disolvente.

En el caso de los cementos disolventes, la unión contempla el uso de solventes selectivos que empiezan por reblandecer la pared de la tubería, para en seguida generar una unión química unificada a través de la coalescencia de materiales.

Antes de conocer el cemento disolvente más adecuado para el trabajo, debemos comprender que en la plomería moderna los plásticos para la fabricación de tuberías siguen avanzando, mostrando la tres materiales que se pueden unir con un cemento disolvente, como las de ABS, PVC y C-PVC. Cada uno de los cementos de plomería tiene un uso específico de acuerdo a su tubería, por esa razón no lo llamamos pegamento, sino cemento disolvente.

¿Pegar o soldar? ¿Cuál es correcto?

Es correcto decir que los cementos disolventes actúan a través de un proceso de soldadura que fusiona dos componentes, a diferencia de un pegamento o adhesivo que une dos superficies gracias a una sustancia intermedia que es el adhesivo. El proceso de unión con el pegamento es temporal, ya que cierta cantidad de fuerza hace que el vínculo de ambas superficies se rompa y separe ambos materiales.

Para un cemento disolvente, la soldadura se realiza por un proceso químico que busca la fusión de una sola pieza de dos sustratos, como sabemos en el sector de la plomería, la unión se realiza a través de la fusión de las paredes de dos tuberías o la fusión de una tubería con las paredes de sus respectivas conexiones. Un fenómeno que se denomina coalescencia, que es la posibilidad de que dos o más materiales se unan en un único cuerpo.

Esta unión debe contemplar el uso de solventes selectivos, mismo que empiezan por reblandecer la pared de la tubería para generar una unión química unificada a través de la coalescencia de materiales.

De acuerdo con el sitio web de Corzan, explicaremos este proceso de unión de cementos disolventes en tuberías de CPVC, donde el material está compuesto por una resina de CPVC, estabilizadores y rellenos disueltos, todos dentro de una mezcla de solventes que una vez aplicada sobre la superficie del material, los solventes comienzan a ablandarlo y disolver la capa superior del CPVC, al desenredar la cadena de polímero.

Después de concluir este proceso con ambas piezas presionadas y el solvente evaporado, las moléculas liberadas de una pieza se comienzan a unir a las moléculas liberadas de la segunda, y finalmente la resina de CPVC sobre el cemento disolvente llena cada espacio existente entre las dos piezas, creando una pieza continua de CPVC.

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