Sistemas de protección de instalaciones eléctricas
En México, una de las causas más comunes de incendios en inmuebles, son las fallas en los sistemas de protección de sus instalaciones eléctricas. En muchas ocasiones, esas fallas derivan de una elección errónea de dicho sistema de protección.
Los sistemas o dispositivos de protección eléctrica, tienen como objetivo evitar la destrucción de equipos o instalaciones a causa de una falla que podría iniciarse de manera simple, para después extenderse sin control y en cadena. Pero también nos protegen de entrar en contacto directo con una fuerza tan poderosa como es la electricidad.
RASGOS DE CONFIANZA
Cualquier sistema de protección eléctrica debe contar con ciertas características para garantizar la seguridad de un inmueble y de quienes lo habitan.
La sensibilidad de un sistema de estos, le permite detectar pequeñas variaciones en el entorno; mientras que la selectividad le posibilita detectar un determinado tipo de anomalía en un componente o equipo determinado del sistema y dejar de operar. Otra característica importante en estos sistemas de protección es la rapidez, pues limita la duración de las anomalías en el sistema eléctrico y minimiza los retardos cuando se presenta una sobrecarga o un corte súbito del suministro eléctrico.
La sensibilidad permite detectar pequeñas variaciones en el entorno; mientras que la selectividad posibilita detectar un determinado tipo de anomalía en un componente o equipo determinado del sistema y dejar de operar.
La confiabilidad es otro rasgo que le permite a estos sistemas cumplir con sus funciones sin presentar fallas, durante cierto periodo de tiempo garantizado por su fabricante; mientras que la confianza que brinda un sistema de este tipo, se traduce en la altísima probabilidad de que la protección opere correctamente en el momento que se le requiere. La seguridad que ofrece incluye también no operar cuando no existe necesidad de que lo haga.
Los sistemas de protección eléctrica agregan beneficios muy concretos a nuestros sistemas o instalaciones eléctricas. Uno de ellos es su disponibilidad total en términos de tiempo, pues operan sin interrupción durante periodos que pueden extenderse por años. La confiabilidad, de la que ya habíamos hablado, también se traduce en la alta probabilidad de que un equipo o sistema pueda operar sin fallas durante un tiempo estipulado. Por último, la estabilidad les permite a estos sistemas recuperarse y regresar a un estado estable después de cualquier perturbación.