Gas LP y seguridad
El gas es uno de los insumos más importantes para las actividades de nuestra vida diaria; ya sea el gas licuado de petróleo (GLP) o el gas natural, son utilizados abundantemente como una fuente de energía en hogares, comercios e industrias.
El gas LP es un combustible en cuya composición predominan los hidrocarburos butano, propano o sus mezclas; mientras que el gas natural es la mezcla de hidrocarburos, compuesta primordialmente por metano. Para aprovechar con plena seguridad esta fuente de energía, es necesario que la instalación de gas se realice con los materiales adecuados, aprobados por las normativas vigentes en el país y, por supuesto, asegurando que la instalación sea adecuada al tipo de edificación, aparatos de consumo y volumen o caudal demandado por los mismos.
También, debemos estar pendientes tanto del uso correcto por parte de los usuarios, como del buen estado de la instalación, gracias al oportuno y adecuado mantenimiento. Hay que prestar especial atención a todas las tuberías y conductos por donde circula el gas en la casa, y en el caso de gas natural, también por las que discurre en el exterior de la edificación. Al diseñar, construir o remodelar eficientemente las instalaciones de gas, garantizamos no sólo un mejor disfrute del espacio, sino también podemos reducir significativamente los costos de la energía y ayudar a los usuarios a evitar riesgos para su salud.