Nivel de resistencia en puertas y ventanas
La seguridad de cada hogar es fundamental para las personas que lo habitan, es por esto que se debe garantizar que cada puerta o ventana tenga el máximo nivel de resistencia y así mismo evitar peligros
Es muy importante desarrollar una excelente proyección e instalación de puertas y ventanas, adaptando la solución a la realidad de cada proyecto, con lo que se logre aprovechar al máximo la gama de productos, tecnologías y soluciones para armar e instalar una puerta o ventana. En el desarrollo del proyecto, es necesario considerar variables como: la inercia térmica, coeficiente U, factor solar, luz, viento y puentes térmicos; además de evaluar el tipo de marco a utilizar (aluminio, aluminio aislado, madera, madera enchapada, PVC, PVC aislado, compuestos híbridos, fibra de vidrio) y su comportamiento térmico; la clase de cristal, la quincallería y herrajes a incorporar, entre otras cosas.
En México, la norma NMX-R-060-SCFI-2013 de ventanas y productos para el cerramiento exterior, establece límites mínimos exigidos para cado objeto, con el fin de garantizar su calidad y seguridad.
Según esta norma, las puertas y ventanas deben tener resistencia al viento, estanqueidad al agua, permeabilidad al aire, aislamiento acústico y térmico, resistencia a la intemperie y resistencia de funcionamiento. Es muy útil consultarla si queremos estar enterados de los números exactos con que los cerramientos deben cumplir.
Hay tres tipos de resistencia que deben encontrarse en cada cerramiento: la resistencia a la apertura y cierres repetidos, la resistencia mecánica y la resistencia al allanamiento. Con respecto a esta última, cada puerta o ventana debe clasificarse en una de las seis clases siguientes, dependiendo del nivel de resistencia ofrecido por el producto.
Las clases corresponden con los métodos de ataque comúnmente empleados por ladrones
-RA1. Este cerramiento resistirá el siguiente ataque: el ladrón ocasional intenta entrar usando herramientas pequeñas y violencia física, como patadas y embestidas con el hombro. Es un nivel de protección adecuado únicamente para cerramientos interiores.
-RA2. El ladrón ocasional usa además herramientas como destornilladores, alicates, cuñas y pequeñas sierras. Esta clasificación es adecuada para cerramientos exteriores elevados o que no sean de fácil acceso desde el interior.
-RA3. El ladrón usa además herramientas como palanca de uña, martillo, punzones y taladro mecánico. Es un nivel adecuado para cerramientos exteriores como puertas de entrada principal de departamentos o corredores de edificio.
-RA4. El ladrón con práctica usa además hacha, martillo pesado, cinceles y taladro motorizado de baterías. Adecuado para cerramientos que resguarden bienes o mercancías, como tiendas o bodegas.
-RA5 y RA6. El ladrón experimentado usa herramientas eléctricas potentes como taladro, sierra de calar y amoladora angular o grande. Este nivel está indicado para locales que resguarden valores, sustancias tóxicas, volátiles o armamento.